ENTRADAS

HOLA, SOY TU SÍNTOMA

síntomaHola, tengo muchos nombres: dolor de rodilla, grano, dolor de estómago, reumatismo, asma, mucosidad, gripe, dolor de espalda, ciática, cáncer, depresión, migraña, tos, gripe, dolor de garganta, insuficiencia renal, diabetes, hemorroides, y la lista sigue y sigue. Me he ofrecido como voluntario para el peor trabajo posible: ser el portador de noticias poco gratas para ti.

Tú no me comprendes, nadie me comprende. Tú piensas que quiero fastidiarte, echar a perder tus planes de vida, todos piensan que quiero entorpecerles, hacerles daño o limitarles. Y no, eso sería un completo disparate. Yo, el síntoma, simplemente intento hablarte en un lenguaje que comprendas. Que entiendas.

A ver, dime algo, ¿tú irías a negociar con terroristas, tocando a su puerta con una flor en la mano y una camiseta con el símbolo de «paz» impreso en la espalda? ¿No verdad?

Entonces, por qué no comprendes que yo, el síntoma, no puedo ser «sutil» y «suavecito» cuando debo darte el mensaje. Me golpeas, me odias, como todo el mundo te quejas de mi, de mi presencia en tu cuerpo, pero no te tomas ni un segundo en razonar y tratar de comprender el motivo de mi presencia en tu cuerpo.

Sólo te escucho decirme: «Cállate», «vete», «te odio», «maldita la hora en que apareciste», y mil frases que me hacen impotente para hacerte comprender. Pero yo debo mantenerme firme y constante, porque debo hacerte entender el mensaje.

¿Qué haces tú? Me mandas a dormir con medicinas. Me mandas callar con tranquilizantes, me suplicas desaparecer con antiinflamatorios, me quieres borrar con quimioterapias. Intentas días tras día taparme, sellarme, callarme. Y me sorprende ver que a veces, hasta prefieres consultar brujas y adivinos para que de forma «mágica» yo me vaya de tu cuerpo.

Y yo, cuando mi única intención es darte un mensaje, soy totalmente ignorado.

Imagínate que soy esa alarma con sirena en el Titanic, esa que intenta de mil formas decirte que de frente hay un Iceberg con el que vas a chocar y hundirte. Sueno y sueno por horas, por días, por semanas, por meses, por años, intentando salvar tu vida, y tú te quejas porque no te dejo dormir, porque no te dejo caminar, porque no te dejo trabajar, pero sigues sin escucharme…

¿Vas comprendiendo?

Para ti, yo, el síntoma, soy «La Enfermedad». Qué cosa más absurda. No confundas las cosas. Y vas al médico, y pagas por decenas de consultas médicas. Gastas dinero que no tienes en medicamento tras medicamento. Y sólo para callarme. Yo no soy la enfermedad, soy el síntoma. ¿Por qué me callas, cuando soy la única alarma que está intentando salvarte?

La enfermedad, «eres tú», «es tu estilo de vida», «son tus emociones contenidas», eso sí es la enfermedad. Y ningún médico aquí en el planeta tierra, sabe cómo combatir enfermedades. Lo único que hacen es combatirme, combatir el síntoma. Callarme, silenciarme, desaparecerme. Ponerme un maquillaje invisible para que tú no me veas.

Y sí, está bien si ahora que lees esto, te sientes un poco molesto, sí. Esto debe ser algo como un «golpazo a tu inteligencia». Está bien si por ahora te sientes un poco molesto o frustrado. Pero yo puedo manejar tus procesos bastante bien y los entiendo. De hecho, es parte de mi trabajo, no te preocupes. La buena noticia es que depende de ti no necesitarme más. Depende totalmente de ti, analizar que trato de decirte, lo que trato de prevenir.

Cuando yo, «el síntoma», aparezco en tu vida, no es para saludarte, no. Es para avisarte que una emoción que contuviste dentro de tu cuerpo, debe ser analizada y resuelta par no enfermarte. Deberías darte la oportunidad de preguntarte a ti mismo: ¿»por qué apareció este síntoma en mi vida»?, ¿»qué querrá decirme»?. ¿Por qué está apareciendo este síntoma ahora?, ¿Qué debo cambiar en mí para que ya no necesitar de este síntoma?

Si dejas este trabajo de investigación, sólo a tu mente, la respuesta no te llevará más allá de lo que has hecho años atrás. Debes consultar también con tu inconsciente, con tu corazón, con tus emociones.

Por favor, cuando yo aparezca en tu cuerpo, antes de correr al doctor para que me duerma, analiza lo que trato de decirte, de verdad que por una vez en la vida, me gustaría ser reconocido por mi trabajo, por mi excelente trabajo. Y entre más rápido hagas conciencia del por qué de mi aparición en tu cuerpo, más rápido me iré.

Poco a poco descubrirás, que entre mejor investigador seas, menos veces vendré a visitarte. Y te aseguro que llegará el día en que no me vuelvas a ver ni a sentir. Al mismo tiempo que logres ese equilibrio y perfección como «analizador» de tu vida, tus emociones, tus reacciones, tu coherencia, te garantizo que jamás volverás a consultar a un médico ni a comprar medicinas.

Por favor, déjame sin trabajo. ¿O piensas de verdad que yo disfruto lo que hago? Te invito a que reflexiones, cada vez que me veas aparecer, el motivo de mi visita. Te invito, a que dejes de presumirme con tus amigos y familia como si yo fuera un trofeo. Estoy harto de que digas: «Ay pues yo sigo con mi diabetes, ya ves que soy diabético». «Ay pues ya no aguanto el dolor en mis rodillas, ya no puedo caminar». «Siempre yo con mis migrañas». Me presumes como si yo fuera un tesoro del cual no piensas desprenderte jamás.

Mi trabajo es vergonzoso. Y te debería dar vergüenza presumirme ante los demás. Cada vez que me presumes, realmente estás diciendo: «Miren que débil soy, no soy capaz de analizar ni comprender mi propio cuerpo y mis propias emociones, no vivo en coherencia, ¡mírenme, mírenme!»

Por favor, haz conciencia, reflexiona y actúa. Entre más pronto lo hagas, ¡más rápido me iré de tu vida!

Atte., El síntoma

Autor desconocido.

Ricard Badia

ENTRADAS

DEJA DE SER TÚ

41KtUQfwOsL._SX320_BO1,204,203,200_DEJA DE SER TÚ,  Joe Dispenza

Ed. URANO

¿Es posible hablar de física cuántica, biología, neurología y emociones humanas en un mismo libro? ¿Es posible juntar y conectar estas disciplinas en lugar de verlas como asignaturas independientes? ¿Se puede en una sola frase integrar todos estos conceptos a priori tan alejados unos de los otros? ¿Cuál es el resultado en nuestra mente cuando entendemos que hay un todo y no una división de materias e ideas? ¿Qué pasa cuando descubrimos que todo está interconectado, desde la partícula más pequeña del universo hasta las relaciones humanas que atraemos en nuestras vidas? ¿Qué sucede cuando tomamos consciencia de que estas conexiones existes a través de nuestra mente, la gran observadora?

Estas preguntas las responde en su libro «Deja de ser tú» el Dr. Dispenza de una forma magistral. Al completar la lectura de cada capítulo consigue que nuestra mente se vaya abriendo poco a poco a un nuevo paradigma, una nueva forma de entender el mundo y una nueva forma de comprender las experiencias que vivimos en él. Partiendo del concepto de huella electromagnética, nos enseña que podemos ser aquello que nos propongamos, sin limitaciones. Para ello debemos cambiar nuestro estado emocional. Cambiando nuestras emociones cambiamos las señales electromagnéticas que emitimos. Señales que interaccionan con nuestras células, con nuestro entorno, con las personas que nos rodean y con el campo cuántico de infinitas posibilidades.

Al estar las emociones humanas retenidas en nuestra mente, comprendemos que el camino es interior. Entonces el objetivo ya no es cambiar a los demás, cambiar el mundo. El objetivo es cambiar uno mismo. Y cuando uno cambia su estado emocional todo su mundo se transforma. El Dr. Dispenza nos explica ampliamente cómo funciona la mente humana. Y más importante aún, como podemos usarla para nuestro propio bien. Para ello analiza su parte más oscura, el inconsciente. Nos muestra caminos para reprogramarlo, para generar nuevas conexiones neurales y de esta forma trascender nuestra realidad.

La mente humana, una vez situada en el centro del universo, y comprendiendo su parte inconsciente se convierte en nuestra aliada, en nuestra herramienta de creación.

Ten cuidado con la lectura de este libro, podrías dejar de ser tú…

Ricard Badia

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EL CAMBIO

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Vivimos en un sociedad anclada en el pasado. Un pasado que se nos manifiesta en forma de mundo material. Este mundo material es el resultado de nuestras proyecciones conscientes e inconscientes, pero por encima de todo de creencias ancestrales que perduran a lo largo de generaciones. Estas creencias nos permiten sintonizar con la realidad material del momento, del presente, pero a su vez nos impiden avanzar y evolucionar: salir de nuestra zona de confort. Las creencias forman parte de nuestra estructura neurológica, son los filtros con los cuales nos relacionamos y experimentamos el mundo físico de la materia. Y también son los filtros a través de los cuales creamos nuestra realidad, nuestro futuro.

Aceptar este concepto, aceptar el concepto que todo lo que vemos está condicionado por nuestras creencias, y todo lo que proyectamos o creamos, está también a merced de nuestras creencias, es el primer paso para el cambio de consciencia. De esta forma, aceptando esta idea tan básica, nos empezamos a cuestionar a nosotros mismos y al paradigma que conforma nuestra realidad. Y esto implica darnos cuenta que este sistemas de creencias no es más que una personalidad ficticia con la que nos identificamos y a la que comúnmente llamamos EGO.

El EGO es esta personalidad que nos permite sintonizar con la realidad material en la que hemos nacido. El EGO contiene toda la herencia familiar de nuestro clan, de nuestros ancestros. Es una síntesis de toda la información del pasado. Cuando vivimos desde el EGO, no hacemos más que atraer y recrear en nuestra vida las mismas historias que nuestros ancestros ya vivieron. Al afrontar estas mismas experiencias con el mismo sistema de creencias, volvemos a repetir las mismas conductas y reacciones de antaño, y así no conseguimos salir de esta suerte de prisión mental.

Cuando cambiamos las creencias, cuando las soltamos y nos desapegamos de ellas, entonces es posible dar una solución distinta a esos mismos conflictos con los que tuvieron que lidiar nuestros antepasados. Esto nos permite salir del laberinto mental en el cual uno vive atrapado y encontrar la salida, encontrar un nuevo camino para el cual hay que estar dispuesto a aceptar el cambio personal.

La película «El Cambio» nos propone precisamente este cambio, este cambio de consciencia. Reconocer al EGO como algo que nos han impuesto, que hemos heredado, una falsa identidad de nosotros mismo. Y conectar con algo que está muy por encima de este, conectar con esa inteligencia superior, ese campo de consciencia que es todo amor. La película nos regala este conocimiento, el saber que no estamos desconectados, que no estamos solos ante un mundo lleno de peligros y amenazas, donde hay que competir para la supervivencia.

Una de las ideas o metáforas que más me han impactado de la película es cuando habla de los 9 meses de embarazo. Durante esos nueve meses, estamos en una casa que se podría calificar de paraíso. La comida llega sin esfuerzo, sin hacer nada. La temperatura siempre es ideal, perfecta. Flotamos en la ingravidez. Nuestro cuerpo se desarrolla a partir de un embrión, sin necesidad de que tengamos que intervenir en el proceso. Todo ha sido diseñado y preparado, hay un inteligencia que se ocupa de que todo sea divino. Es el milagro de la vida en plena acción. La pregunta entonces es, ¿si durante 9 meses la vida ha sido un dejar fluir, para que cuando salimos del vientre materno pensamos que tenemos que hacer cosas para sobrevivir, para obtener reconocimiento, para satisfacer a los demás, en definitiva, para ser? ¿Qué sentido tiene entonces la vida? ¿Caemos en el engaño del EGO que dirige y controla nuestras vidas a espaldas del amor? ¿El EGO interfiere para mantenernos desconectados de esta divinidad o consciencia superior?

Desde Proyecto Sentido somos conscientes que si nos proyectamos desde el EGO, el camino por la vida estará lleno de dificultades, esfuerzo, sacrificio, discusiones, razonamiento estéril, juicios, apegos, culpabilidad, ansiedad, depresión, dolor, enfermedad, y un largo etcétera. Por el contrario, cuando conectamos con nuestro verdadero ser y desde ahí con la fuente de consciencia universal, nuestra vida cobra sentido, y empezamos a vivir proyectando sentido.

Vivir proyectando sentido es aceptar que algo superior a ti se ocupa de todo. Es dejar fluir, dejar que las cosas pasen sin querer controlarlo todo, organizarlo todo e interferir en todo. Es dejar aparcado tu EGO. Estando conectado todo lo que sucede lo vives desde el amor y la gratitud, desde la paz interior. Ya nada te perturba, nada te desestabiliza porque sabes que cada instante, cada pensamiento, es una oportunidad para aprender y transformarte, una oportunidad para seguir instalado en el cambio, cada vez más sintonizado con ese campo de consciencia, ese campo de amor.

Con esta actitud, con esa mente abierta al cambio, aprendes a salir de la zona de confort, a trascender creencias ancestrales, a desanclarte del pasado. Y a su vez reaprendes aquello que es esencial e inherente de tu existencia: somos seres creadores conectados a una inteligencia superior que nos inspira e ilumina, que nos va guiando para que nuestras creaciones tengan sentido.

La pregunta entonces es, ¿Y tú, proyectas sentido en tu vida? ¿Has dado ese salto cuántico que propone esta excelente película, «El Cambio»?

Sin embargo, la película no te explica cómo dar este salto cuántico. Propone que es una transformación que llega de forma natural, a partir de una edad. En este proceso uno experimenta una especie de despertar, una especie de cambio de consciencia: abandona el camino del EGO, se conecta con su verdadero ser y empieza a fluir en sintonía con la consciencia universal.

Desde Proyecto Sentido queremos facilitarte este despertar, este cambio de rumbo en tu vida. Queremos que entiendas que el guión de tu vida no es el que estás siguiendo, que este guión fue programado a edades muy tempranas, edades en las que aún no eras consciente: en el vientre materno y durante los primeros años de tu infancia. Este periodo se conoce como «proyecto sentido» valga la redundancia. La primera casa que habitas, tu vientre materno queda condicionada por el estado emocional de mamá, y por el entorno familiar que la rodea. Entonces, a parte de ser como dice la película un casa paradisíaca, es también el lugar donde se programa el guión de tu vida y tu EGO, donde esa melodía emocional de mamá queda registrada en tus circuitos neurales. Luego, en tu vida de adulto, vas a escribir la letra de esa canción emocional inconsciente, y no la que realmente fluye de tu ser original.

Vives un guión que no te pertenece, que no es tuyo. Un guión que te convierte en esclavo de tu EGO, esclavo de tu pasado familiar y muy especialmente esclavo de tu madre. Entonces, ya no hace falta que esperes a la muerte para conectarte de nuevo a esa consciencia superior. Ahora mismo puedes cambiar el guión de tu vida, el guión de tu EGO y empezar a desarrollarte como ser divino que eres, a encontrar la verdadera música de tu ser y abandonar definitivamente la que fue programada inconscientemente por tu madre.

Desde Proyecto sentido proponemos la relajación emocional (P-R-E) como camino para este cambio, para este despertar. Relajaciones en las cuales a través de principios y leyes biológicas entrarás en coherencia con tu ser divino. Coherencia entre lo que piensas, sientes y haces. Y también desarrollaras tu madurez emocional, para encontrar la paz interior en cada instante y experiencia de tu vida. Las prácticas se realizan durante 9 meses, coincidiendo con los 9 meses de embarazo. Es un volver a nacer, un volver a empezar ya conectado a la fuente, a la fuente de amor, al amor universal.

En la última parte de la película se expone que el verdadero sentido de la vida es ayudar a las otras personas. Ayudar a las otras personas ya conectados con ese amor universal, esa consciencia divina. A mi esta idea me provoca cierta confusión, sobretodo porque a veces esa conexión con el amor universal resulta ser todo lo contrario, una desconexión con uno mismo. Por nuestra experiencia clínica sabemos que las personas con cáncer precisamente viven la vida desde este principio de bondad y generosidad. No se ponen límites, lo dan todo por los otros y esperan que el otro cambie. Se sacrifican y lo justifican todo. Se olvidan de sus propias necesidades y acaban viviendo la vida de los demás. Son personas que necesitan el amor de los otros porque no se quieren nada a ellas mismas. No quiero con esto alarmar a nadie, simplemente exponer el perfil emocional de las personas con cáncer.

Quizás la película debería explicar mejor a que se refiere con «ayudar a los demás». Todos en algún momento sentimos la necesidad de ayudar al otro, pero ¿acaso no lo hacemos desde nuestro EGO? ¿Cómo sabe uno lo que necesita el otro? Y, si ayudamos al otro ¿le estamos haciendo algún favor o lo estamos privando de su camino de crecimiento personal? ¿Cómo llega uno a ser adulto emocional si siempre encuentra personas que le ayudan? ¿Cómo aprende uno a vivir en soledad, a vivir sin miedo, a vivir como el ser divino que es si lo hace desde la carencia, la necesidad y el apego hacia el otro? ¿No sería quizás la mejor ayuda dejar que cada uno encuentre su camino, su despertar? Quizás todo consista en ser ejemplo de que otro camino distinto al EGO es posible, simplemente ser ejemplo y fuente de inspiración para otros. Y acompañar al otro en su toma de consciencia cuando libremente decida cuestionarse a si mismo.

Como ven, esta película plantea estas cuestiones y seguro que muchas más. El debate está servido, disfruten del film y dejen que su mente haga un salto cuántico… no se crean nada, experiméntenlo!

¿Y si fuera cierto que uno puede vivir conectado a esa consciencia de amor…?

Ricard Badia

ENTRADAS

TRANSGENERACIONAL

INTRODUCCIÓN AL ÁRBOL GENEALÓGICO: TRANSGENERACIONAL

Cuando trabajamos con nuestro árbol familiar hay que tener una premisa muy clara:

Lo vamos a hacer siempre desde la comprensión, el perdón, la gratitud y el amor. Es gracias a nuestros ancestros que estamos en este mundo, en esta vida.

Gracias árbol, familia, por haberme dado esta vida.

Todos los sufrimientos y dolores de nuestros ancestros se guardan en una memoria colectiva, que podemos llamar inconsciente colectivo familiar. Detrás hay una intención positiva (irracional) que es mantenernos alejados de posibles problemas o evitar repetir sufrimientos experimentados por algún antepasado. Por ejemplo, la infertilidad de ciertas mujeres se explica cuando se descubre que en sus árboles hay mujeres que vivieron la maternidad en medio de la violencia, que vivieron con parejas a las que no amaban u odiaban y transmitieron al fruto de esa relación el estigma de este desamor. En los descendientes, esto se expresa en conductas adictivas, violentas, enfermedades o, simplemente, en dificultades para hallar pareja o para tener hijos.

El trabajo con el árbol pretende encontrar de dónde viene esta información o programa, quien en la familia del consultante ha vivido situaciones parecidas que no ha sabido resolver de forma satisfactoria, quedando emociones reprimidas sin expresar. El clan inconscientemente escoge algún descendiente para que pueda resolver estas situaciones de dolor. Para ello el descendiente vivirá otra vez situaciones parecidas en su vida hasta que tome consciencia de ese programa y libere la emoción que lo alimenta. Esto es lo que está viviendo el consultante, pero todo esto le ocurre fuera de contexto y provoca un gran desconcierto e incomprensión en su vida. El planteamiento que debemos hacer al consultante es:

Consultante, tienes la información del clan pero no tienes porque vivir la experiencia.

Así se entiende porque en el árbol familiar buscamos los silencios, aquello que no se ha expresado y ha quedado impreso en el inconsciente colectivo del clan. Podemos buscar entre otras historias dolorosas:

  • Asesinatos, Suicidios
  • Robos, Herencias
  • Adulterios, violaciones, hijos ilegítimos, abortos
  • Los locos, los discapacitados
  • Las muertes inesperadas de niños o familiares
  • Los desaparecidos, los abandonos

Cuidado, no estamos buscando culpables ni juzgando las vidas de nuestros antepasados. Ni tan siquiera pretendemos justificar la vida desafortunada del consultante. Sus ancestros vivieron sus vidas lo mejor que pudieron con la información que tenían disponible en ese momento. Pero se vieron sobrepasados ante algunas situaciones conflictivas, situaciones vividas con gran sufrimiento. Estas situaciones dejaron su impronta latente en el inconsciente del clan. Al consultante se le da la oportunidad para encontrar una solución nueva y diferente, más satisfactoria y que libere al clan del dolor. A la vez el consultante también se  libera de esa información tóxica, esos programas que le hacen vivir experiencias desafortunadas y no deseadas en su vida.

Consultante, has sido el elegido por el inconsciente de tu clan para resolver el conflicto.

El árbol es nuestro mapa del tesoro. En el encontramos toda la información necesaria para entender que todos venimos con programas heredados, algunos muy tóxicos: todos somos víctimas de víctimas. De esta forma los errores de nuestros ancestros pueden ser subsanados gracias a la comprensión y al perdón. Pero hablamos de perdonar no desde el juicio, sino entendiendo que no hay nada que perdonar cuando aceptamos que todos somos inocentes.

Hablamos de un perdón pará salvar. Un perdón que nunca pide nada a cambio; no discute ni hace lista de los errores; no da regalos con doble intención; no da para obtener. Es un perdón que no ve errores, que comprende que uno mismo ha atraído todo lo que le ocurre y que, cuando algo se repite una y otra vez, se trata de una prueba para terminar de perdonar, porque aún queda un ápice de culpabilidad. El consultante debe abrir su mente y entender que la causa del sufrimiento está dentro de él y no fuera de él. Cuando obtiene la respuesta de su sufrimiento, cuando comprende su historia familiar, experimenta un profundo consuelo y se siente en paz. Entonces sabe que su perdón sirve para salvar o, lo que es lo mismo, para sanar.

Cuando el consultante toma conciencia de que sus relaciones tienen que ver con un programa heredado de un ancestro, puede respirar aliviado y desaprender ese programa con un acto pleno de conciencia, libre de emoción y, sobre todo, libre de juicio. Así, el inconsciente ya no recibe la atención necesaria para volver a activarse y repetir las mismas experiencias de dolor. Estas emociones van atadas a una serie de síntomas físicos que también tienen que ver con estos programas, y cuando se desaprende todo ello, el síntoma es liberado y puede ser tratado con cualquier terapia médica. La terapia funciona rápidamente, porque ya no hay nada que la emoción sujete al inconsciente. Decimos entonces que la persona vuelve a nacer o renace; ya puede redirigir su vida.

El síntoma tiene un contexto general, se relaciona con una explicación común de un conflicto emocional. Esto nos permite empezar a indagar y hacer las preguntas pertinentes para alcanzar nuestro gran objetivo: la emoción oculta, la emoción reprimida, transgresora, que se esconde en el inconsciente y que el sujeto procura ocultar mediante explicaciones más o menos racionales. A estas explicaciones las llamamos la historia del consultante, y no debemos escucharlas si no queremos que contamine nuestro inconsciente. Debemos encontrar la historia oculta, la historia que está detrás de la historia. Para ello, se hace imprescindible detectar las emociones que la mantienen oculta, tratarlas para liberar esta historia oculta, la artífice de los síntomas y del mantenimiento de los programas tóxicos heredados de los ancestros.

Nuestras historias son todas mentira. Si fuesen verdaderas, todos estaríamos curados. Vamos a buscar la historia que hay detrás de la historia. A su manera, también lo dice Bruce H. Lipton: “Si queremos cambiar la historia de nuestra mente que programa nuestras enfermedades, tenemos que cambiar las emociones que la sustentan”. No podemos cambiar lo que no se puede cambiar, pero si la emoción con la que lo vivimos. Cuando cambiamos de emoción, el inconsciente lo ve de otra manera. Es automático.

El inconsciente se expresa continuamente en nuestras vidas en situaciones repetitivas que nos hacen buscar soluciones externas, cuando la solución está en los programas aprendidos y heredados de los ancestros, que crean un fantasma de información y lo transmiten a sus descendientes con la esperanza de ser liberados por un acto consciente de ellos. El fantasma emocional resuena en el presente del consultante en emociones que llamamos secundarias o sociales. Nuestro trabajo consiste en buscar la emoción oculta, desvelarla y transformarla para que no cree más resonancia y el consultante pueda experimentar otras emociones libremente, en lugar de emociones encadenadas a un suceso ocurrido en el pasado del árbol transgeneracional.

El árbol genealógico ilumina el camino que estábamos siguiendo inconscientemente y nos hace ver que no somos víctimas de unas circunstancias inamovibles o de algún extraño destino.

Mediante el duelo con los ancestros pretendemos que el inconsciente del consultante se libere de estas cargas familiares que no tiene porque experimentar en su vida. Este duelo se debe hacer siempre desde la comprensión, el perdón, la gratitud y el amor. Aquí no estamos buscando culpables, estamos liberando inocentes: al consultante y a sus antepasados.

Otra forma de entender cómo funciona nuestro árbol es mediante las proyecciones. Estamos proyectándonos constantemente al mundo; proyectamos nuestras creencias, perjuicios y programas almacenados en el inconsciente. El problema es que no nos damos cuenta de ello y llegamos a creer que nuestras proyecciones son la verdad.

Como dijo Carl J. Jung, proyectamos en los demás nuestra sombra, todos los aspectos ocultos o inconscientes de uno mismo, tanto positivos como negativos, que el ego ha reprimido o nunca ha reconocido. La sombra busca situaciones, personas, ambientes, relaciones que le permitan expresarse y así tener la oportunidad de liberarse. Estas proyecciones de la sombra las identificamos con los excesos. Aquello que más nos molesta del otro es lo que uno no sé permite hacer o expresar.

Si vamos al árbol, encontraremos la sombra del consultante al preguntarle qué es lo que más le molesta de sus ancestros. Es muy directo y rápido. Cuando el consultante ve su sombra, toma conciencia y puede integrarla. Luego vuelve a sentir paz en su vida en lugar de desconcierto e incomprensión.

Cuando el consultante toma consciencia, puede cambiar su percepción. El primer paso consiste en cambiar sus pensamientos sobre los diversos acontecimientos. Esto no tendría sentido si los pensamientos no tuvieran influencia, y recobra todo su sentido con el paradigma de la física cuántica. ¡Por fin puede hacer algo por cambiar su vida!

Tenemos libre albedrío, aunque sea muy estrecho y limitado, y esto nos permite cuestionarnos a nosotros mismos y nos conduce a pensar que quizá sí sea posible cambiar algo. Si este algo es pequeño, no importa: con el tiempo, gracias a las nuevas circunstancias que atraeremos a nuestras vidas, en nuestra navegación en este mar de conciencia, el puerto de destino estará muy lejos del puerto inicial. Pero nadie puede cambiar su vida si piensa que es fruto de la casualidad o de factores externos. A esto se llama vivir en un sueño.

Nadie puede despertar de un sueño si cree que no está soñando.

Vivir en un sueño significa no ser consciente de por qué o para qué te ocurren las cosas, de cómo es posible que te enamores de tal persona, o que ciertas historias se repitan continuamente por mucho que intentes evitarlo de forma racional. Estos programas gobiernan tu vida y eres como una marioneta en sus manos. Hay que poner fin a esta situación. Para ello es imprescindible despertar de este sueño, superar la inmadurez emocional para ser un adulto. Ser consciente de que eres el hacedor de tu vida, que debes cambiar de conducta a través de actos conscientes, mantener la mente alerta a todo lo que te rodea, sentir en tu cuerpo los síntomas como un mensaje del inconsciente. Así recuperarás una cierta coherencia emocional, y esta se expresará en tu vida en acontecimientos llenos de congruencia, proporcionándote un sentimiento de paz. Ya no eres víctima, ya sabes que puedes alterar ciertos acontecimientos, y, si no es posible cambiarlos, los puedes vivir de otra manera. Así que empieza a recuperar esa libertad tan anhelada.  Estás despertando, tus sueños ya son lúcidos, puedes vivir tu realidad. El estudio del árbol genealógico es un camino para ello.

Ricard Badia

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ENTRADAS, ENTRADAS DESTACADAS

PROYECTO SENTIDO

Cuando un niño está en el vientre de su madre, vive los estados emocionales de ella al cien por cien. No existe una separación entre el yo de la madre y el yo del niño. El bebé sigue formándose neuro-fisiológicamente hasta los tres años aproximadamente. Hasta entonces el yo del niño es igual al yo de la mamá. Nuestros niños no se ponen nerviosos, ellos son el espejo en el cual debemos ver nuestro nerviosismo. Nuestros niños son el reflejo de la familia. Nuestros niños no se ponen enfermos, los ponemos enfermos, y muchas veces son reparadores de cargas transgeneracionales.

No se trata de entrar en la culpabilidad, sino de saber y tener conciencia que podemos hacer mucho por nuestros hijos. Si queremos que estén sanos, debemos cuidad nuestras emociones y sentimientos. Nuestros hijos son espejos de lo que rodea a la familia. Parece increíble, pero si reflexionamos y tomamos conciencia de que  la realidad de todas las cosas es la unidad, comprenderemos que hay una unidad bebé-mamá.

El bebé siente como propio lo que le sucede a mamá: sus alegrías, sus tristezas, sus preocupaciones, y lo más importante aquello “no dicho”, lo “no expresado”. A esto le llamamos Proyecto Sentido (PS). Muchas enfermedades, se encuentran programadas en esta etapa de la vida. A nivel racional es difícil de comprender, pero a nivel inconsciente está claro, el Inconsciente Biológico es inocente, y repite las pautas y programas que se instauran en esta etapa tan crítica y fundamental.

El PS es una oportunidad de sanar unos errores que, de no somatizarse en lo físico, no tendrían fin. Carl G. Jung nos diría que el hijo muestra la sombra de sus padres y de sus ancestros y que lo hace a través de los síntomas físicos. La sombra se refiere a las partes desconocidas de nuestra psique, pero también a las partes desconocidas del mundo espiritual. Cuando el bebé está enfermo está mostrando  una parte de la sombra de la madre, luego a medida que va creciendo, va creando otras relaciones o vínculos con el papá, con el hermano, etc.

Cuando se trabaja con el PS, ocurre algo mágico: cuando la madre toma conciencia de todo el problema, el niño presenta una mejoría prácticamente instantánea. Las cosas se resuelven solas, porque nuestro inconsciente lucha por salir y expresarse, y cuando lo hace, desconecta los programas. Nuestro inconsciente quiere emplear toda la energía para vivir, y no para expresar lo “no resuelto” y “lo no dicho”. El proyecto sentido es múltiple, y en sus facetas se encuentran muchos de los programas que luego revivimos cuando somos adultos, por una fuerza del inconsciente que está relacionada con la fidelidad familiar. Romper ese lazo o bloqueo se hace imprescindible para poder vivir  nuestro proyecto de vida libremente y sin condicionamiento.

Algunos ejemplos prácticos de proyecto sentido:

Hijo con identidad sexual invertida: buscaremos si el bebé era del sexo deseado, o no.
Hijo de reemplazo: sustituye a otro que ha muerto o enfermó.
Hijo de reparación: tiene un síntoma para explicar el conflicto familiar.
Hijo cripta: guarda los secretos del clan familiar.
Niño basura: carga con todos los problemas del clan, puede tener mucho síntomas y/o enfermedades.
Hijo de apoyo: la madre se siente sola, desprotegida… necesita alguien para tener apoyo.
Hijo bastón o plan de pensiones: su misión es se el soporte de los padres cuando se hagan mayores, «es su plan de pensiones». Estos niño no viven su vida, no se casan, nunca acaban de marchar de casa y tienden a cuidar de los padres y preocuparse por ellos en exceso.
Hijo de consuelo o niño payaso: hay un sufrimiento en el clan y el niño intenta evitar que estalle.
Niño inexistente: cuando han habido tentativas de aborto o situaciones de no querer tener hijos.
Niño pegamento: su función es salvar el matrimonio.

Y un largo etc…

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ENTRADAS

E-MOCIONES Y SALUD

SOBRE BIONEUROEMOCIÓN

La BNE es la respuesta a la gran pregunta respecto a la salud humana: ¿Para qué nos ponemos enfermos? ¿Para qué se activa una enfermedad en mi cuerpo? ¿Es un fallo de mi biología, de mi naturaleza? ¿Quién o qué lo activa? ¿Somos esclavos de la herencia genética? ¿Tiene esta enfermedad alguna relación con mi estado emocional, con mi psique? ¿O es algo totalmente casual, sin relación alguna con mi vida y mis relaciones con el mundo?

La BNE da respuesta a estas preguntas cuando afirma que los impactos emocionales (psique), producen un impacto o impronta en el cerebro (focos de Hamer), y esto activa una solución biológica inconsciente (enfermedad). Se cierra así el triangulo entre psique (emociones) – cerebro (focos de Hamer) – órgano (enfermedad).

Esta afirmación, la relación psique – cerebro – órgano tiene grandes implicaciones:

TODA ENFERMEDAD TIENE UN CONFLICTO EMOCIONAL ASOCIADO Y SU IMPRONTA CORRESPONDIENTE EN EL CEREBRO

  1. La medicina alopática trabaja en el plano del órgano afectado, en el plano físico.
  2. La BNE trabaja en el plano de la psique, en el plano emocional.
  3. Dr. Hamer estudió el plano cerebral mediante escáner o tomografía cerebral.

Estaremos de acuerdo en que cuando una persona puede abordar su enfermedad desde varios planos en lugar de hacerlo solo en el plano físico, su proceso de sanación es más efectivo. Por otro lado, el hecho que la BNE y la medicina trabajan en distintos planos hace que sean totalmente compatibles y no excluyentes. Demos la bienvenida a la BNE.

Para el Instituto Español de BNE y como dice Carl Gustav Jung,  la enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar al hombre. Por otro lado el  Dr. Hamer nos indica que la enfermedad es un programa de adaptación biológica con un sentido especial y que está memorizado en las células de todo ser vivo.

La BNE considera a la enfermedad como un programa que se activa ante una situación conflictiva en la vida del consultante. La BNE investiga las causas emocionales que provocan que la biología del consultante exprese esa solución o enfermedad en particular.

…ante un conflicto emocional no resuelto, latente en la psique del consultante, el inconsciente activa un programa de adaptación biológica, una solución biológica concreta…

Es por eso que la BNE utiliza técnicas destinadas a llegar al inconsciente del consultante, para transformar la información y deshacer el conflicto, llegando a la raíz, a su causa original.

La finalidad de la BNE es dar respuesta a los “para que”. ¿Para qué mi biología se expresa de esta manera concreta? Es un camino hacia la toma de consciencia. De esta forma  el consultante comprende los cambios que tiene que hacer en su vida para recuperar la senda de su salud.

Ricard Badia