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PUBLICACIÓN DEL LIBRO JARDÍN DE CONSCIENCIA

JARDIN DE CONSCIENCIA LIBRO 3D

Fue en la primavera de 2014 cuando tuve una serie de experiencias personales que me llevaron a escribir este libro, ensayo, documento, texto… síntesis de ideas.

Estas experiencias personales luego comprendí que no eran más que lo que se denomina «estado alterado de consciencia». Durante una semana viví conectado a otra realidad distinta a la que estaba acostumbrado a percibir. En este nuevo paradigma tuve experiencias que trascienden a lo tangible, a lo material.

Tuve la comprensión que esta realidad material no es más que otro de los infinitos sueños que procesamos durante la noche. Una posibilidad hecha materia desde la sincronización de todos los inconscientes individuales junto a la consciencia universal.

En esta realidad material todas las emociones humanas (básicamente de supervivencia) junto a la universal (básicamente el amor) se sincronizan produciendo el colapso de la función de onda, el colapso del campo cuántico en una de las infinitas posibilidades. Como todos estamos conectados a esta posibilidad a través de nuestras emociones, por resonancia, lo llamamos realidad percibida. Yo prefiero llamarlo sueño compartido o ilusión compartida.

Cuando uno tiene este tipo de experiencias en su vida, experiencias más cercanas a lo espiritual que no a lo material, se empieza a hacer preguntas y cuestionamientos acerca de qué es la vida y cuál es su sentido o propósito. Uno empieza a buscar respuestas a las preguntas, y de ahí surgen nuevas preguntas que buscan más respuestas…

Entonces me lancé a una alocada lectura de libros para elevar mi nivel de consciencia, para poder encajar de una forma razonable que la vida no es más que un sueño y el universo material el teatro donde se escenifica la experiencia.

Sí, ahora puedo afirmar que el mundo tan sólido que percibimos no es más que una ilusión, y esto es así porque en ese estado alterado de consciencia, me podía tragar la materia: esta se vaporizaba como si nunca hubiese existido. Me estaba comiendo el sueño, mi sueño, nuestro sueño, me estaba comiendo la realidad tan sólida en apariencia… Mi realidad material no era otra cosa que humo, más nada.

Al terminar con la lectura de todos esos libros, mi mente se quedó más tranquila, más relajada. Ya tenía las respuestas y también un montón de ideas nuevas hirviendo en mi cabeza. Fue «mi despertar».  Ahora seguía soñando, pero despierto, consciente que la realidad material no era más que un sueño más.

«Jardín de Consciencia» es una siembra de nuevas ideas, aunque quizás se trate solo de un despertar de viejas ideas que habíamos olvidado… es una siembra de semillas en el inconsciente colectivo para que todos podamos ser esa maravillosa flor en el jardín de nuestra experiencia de vida (y no mentes cerradas como capullos esperando florecer). Y esta idea cobrará todo su sentido cuando lleguen al último capítulo del libro.

Les deseo una feliz lectura, y que se permitan una apertura de mente donde se cuestionen un poco su realidad actual, para acercarse al pensamiento cuántico: todo es posible.

Esta es la idea que ha posibilitado el nacimiento de SENSUS VITAE.

Ricard Badia

 

ENTRADAS

HOLA, SOY TU SÍNTOMA

síntomaHola, tengo muchos nombres: dolor de rodilla, grano, dolor de estómago, reumatismo, asma, mucosidad, gripe, dolor de espalda, ciática, cáncer, depresión, migraña, tos, gripe, dolor de garganta, insuficiencia renal, diabetes, hemorroides, y la lista sigue y sigue. Me he ofrecido como voluntario para el peor trabajo posible: ser el portador de noticias poco gratas para ti.

Tú no me comprendes, nadie me comprende. Tú piensas que quiero fastidiarte, echar a perder tus planes de vida, todos piensan que quiero entorpecerles, hacerles daño o limitarles. Y no, eso sería un completo disparate. Yo, el síntoma, simplemente intento hablarte en un lenguaje que comprendas. Que entiendas.

A ver, dime algo, ¿tú irías a negociar con terroristas, tocando a su puerta con una flor en la mano y una camiseta con el símbolo de «paz» impreso en la espalda? ¿No verdad?

Entonces, por qué no comprendes que yo, el síntoma, no puedo ser «sutil» y «suavecito» cuando debo darte el mensaje. Me golpeas, me odias, como todo el mundo te quejas de mi, de mi presencia en tu cuerpo, pero no te tomas ni un segundo en razonar y tratar de comprender el motivo de mi presencia en tu cuerpo.

Sólo te escucho decirme: «Cállate», «vete», «te odio», «maldita la hora en que apareciste», y mil frases que me hacen impotente para hacerte comprender. Pero yo debo mantenerme firme y constante, porque debo hacerte entender el mensaje.

¿Qué haces tú? Me mandas a dormir con medicinas. Me mandas callar con tranquilizantes, me suplicas desaparecer con antiinflamatorios, me quieres borrar con quimioterapias. Intentas días tras día taparme, sellarme, callarme. Y me sorprende ver que a veces, hasta prefieres consultar brujas y adivinos para que de forma «mágica» yo me vaya de tu cuerpo.

Y yo, cuando mi única intención es darte un mensaje, soy totalmente ignorado.

Imagínate que soy esa alarma con sirena en el Titanic, esa que intenta de mil formas decirte que de frente hay un Iceberg con el que vas a chocar y hundirte. Sueno y sueno por horas, por días, por semanas, por meses, por años, intentando salvar tu vida, y tú te quejas porque no te dejo dormir, porque no te dejo caminar, porque no te dejo trabajar, pero sigues sin escucharme…

¿Vas comprendiendo?

Para ti, yo, el síntoma, soy «La Enfermedad». Qué cosa más absurda. No confundas las cosas. Y vas al médico, y pagas por decenas de consultas médicas. Gastas dinero que no tienes en medicamento tras medicamento. Y sólo para callarme. Yo no soy la enfermedad, soy el síntoma. ¿Por qué me callas, cuando soy la única alarma que está intentando salvarte?

La enfermedad, «eres tú», «es tu estilo de vida», «son tus emociones contenidas», eso sí es la enfermedad. Y ningún médico aquí en el planeta tierra, sabe cómo combatir enfermedades. Lo único que hacen es combatirme, combatir el síntoma. Callarme, silenciarme, desaparecerme. Ponerme un maquillaje invisible para que tú no me veas.

Y sí, está bien si ahora que lees esto, te sientes un poco molesto, sí. Esto debe ser algo como un «golpazo a tu inteligencia». Está bien si por ahora te sientes un poco molesto o frustrado. Pero yo puedo manejar tus procesos bastante bien y los entiendo. De hecho, es parte de mi trabajo, no te preocupes. La buena noticia es que depende de ti no necesitarme más. Depende totalmente de ti, analizar que trato de decirte, lo que trato de prevenir.

Cuando yo, «el síntoma», aparezco en tu vida, no es para saludarte, no. Es para avisarte que una emoción que contuviste dentro de tu cuerpo, debe ser analizada y resuelta par no enfermarte. Deberías darte la oportunidad de preguntarte a ti mismo: ¿»por qué apareció este síntoma en mi vida»?, ¿»qué querrá decirme»?. ¿Por qué está apareciendo este síntoma ahora?, ¿Qué debo cambiar en mí para que ya no necesitar de este síntoma?

Si dejas este trabajo de investigación, sólo a tu mente, la respuesta no te llevará más allá de lo que has hecho años atrás. Debes consultar también con tu inconsciente, con tu corazón, con tus emociones.

Por favor, cuando yo aparezca en tu cuerpo, antes de correr al doctor para que me duerma, analiza lo que trato de decirte, de verdad que por una vez en la vida, me gustaría ser reconocido por mi trabajo, por mi excelente trabajo. Y entre más rápido hagas conciencia del por qué de mi aparición en tu cuerpo, más rápido me iré.

Poco a poco descubrirás, que entre mejor investigador seas, menos veces vendré a visitarte. Y te aseguro que llegará el día en que no me vuelvas a ver ni a sentir. Al mismo tiempo que logres ese equilibrio y perfección como «analizador» de tu vida, tus emociones, tus reacciones, tu coherencia, te garantizo que jamás volverás a consultar a un médico ni a comprar medicinas.

Por favor, déjame sin trabajo. ¿O piensas de verdad que yo disfruto lo que hago? Te invito a que reflexiones, cada vez que me veas aparecer, el motivo de mi visita. Te invito, a que dejes de presumirme con tus amigos y familia como si yo fuera un trofeo. Estoy harto de que digas: «Ay pues yo sigo con mi diabetes, ya ves que soy diabético». «Ay pues ya no aguanto el dolor en mis rodillas, ya no puedo caminar». «Siempre yo con mis migrañas». Me presumes como si yo fuera un tesoro del cual no piensas desprenderte jamás.

Mi trabajo es vergonzoso. Y te debería dar vergüenza presumirme ante los demás. Cada vez que me presumes, realmente estás diciendo: «Miren que débil soy, no soy capaz de analizar ni comprender mi propio cuerpo y mis propias emociones, no vivo en coherencia, ¡mírenme, mírenme!»

Por favor, haz conciencia, reflexiona y actúa. Entre más pronto lo hagas, ¡más rápido me iré de tu vida!

Atte., El síntoma

Autor desconocido.

Ricard Badia

ENTRADAS

EL CAMBIO

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Vivimos en un sociedad anclada en el pasado. Un pasado que se nos manifiesta en forma de mundo material. Este mundo material es el resultado de nuestras proyecciones conscientes e inconscientes, pero por encima de todo de creencias ancestrales que perduran a lo largo de generaciones. Estas creencias nos permiten sintonizar con la realidad material del momento, del presente, pero a su vez nos impiden avanzar y evolucionar: salir de nuestra zona de confort. Las creencias forman parte de nuestra estructura neurológica, son los filtros con los cuales nos relacionamos y experimentamos el mundo físico de la materia. Y también son los filtros a través de los cuales creamos nuestra realidad, nuestro futuro.

Aceptar este concepto, aceptar el concepto que todo lo que vemos está condicionado por nuestras creencias, y todo lo que proyectamos o creamos, está también a merced de nuestras creencias, es el primer paso para el cambio de consciencia. De esta forma, aceptando esta idea tan básica, nos empezamos a cuestionar a nosotros mismos y al paradigma que conforma nuestra realidad. Y esto implica darnos cuenta que este sistemas de creencias no es más que una personalidad ficticia con la que nos identificamos y a la que comúnmente llamamos EGO.

El EGO es esta personalidad que nos permite sintonizar con la realidad material en la que hemos nacido. El EGO contiene toda la herencia familiar de nuestro clan, de nuestros ancestros. Es una síntesis de toda la información del pasado. Cuando vivimos desde el EGO, no hacemos más que atraer y recrear en nuestra vida las mismas historias que nuestros ancestros ya vivieron. Al afrontar estas mismas experiencias con el mismo sistema de creencias, volvemos a repetir las mismas conductas y reacciones de antaño, y así no conseguimos salir de esta suerte de prisión mental.

Cuando cambiamos las creencias, cuando las soltamos y nos desapegamos de ellas, entonces es posible dar una solución distinta a esos mismos conflictos con los que tuvieron que lidiar nuestros antepasados. Esto nos permite salir del laberinto mental en el cual uno vive atrapado y encontrar la salida, encontrar un nuevo camino para el cual hay que estar dispuesto a aceptar el cambio personal.

La película «El Cambio» nos propone precisamente este cambio, este cambio de consciencia. Reconocer al EGO como algo que nos han impuesto, que hemos heredado, una falsa identidad de nosotros mismo. Y conectar con algo que está muy por encima de este, conectar con esa inteligencia superior, ese campo de consciencia que es todo amor. La película nos regala este conocimiento, el saber que no estamos desconectados, que no estamos solos ante un mundo lleno de peligros y amenazas, donde hay que competir para la supervivencia.

Una de las ideas o metáforas que más me han impactado de la película es cuando habla de los 9 meses de embarazo. Durante esos nueve meses, estamos en una casa que se podría calificar de paraíso. La comida llega sin esfuerzo, sin hacer nada. La temperatura siempre es ideal, perfecta. Flotamos en la ingravidez. Nuestro cuerpo se desarrolla a partir de un embrión, sin necesidad de que tengamos que intervenir en el proceso. Todo ha sido diseñado y preparado, hay un inteligencia que se ocupa de que todo sea divino. Es el milagro de la vida en plena acción. La pregunta entonces es, ¿si durante 9 meses la vida ha sido un dejar fluir, para que cuando salimos del vientre materno pensamos que tenemos que hacer cosas para sobrevivir, para obtener reconocimiento, para satisfacer a los demás, en definitiva, para ser? ¿Qué sentido tiene entonces la vida? ¿Caemos en el engaño del EGO que dirige y controla nuestras vidas a espaldas del amor? ¿El EGO interfiere para mantenernos desconectados de esta divinidad o consciencia superior?

Desde Proyecto Sentido somos conscientes que si nos proyectamos desde el EGO, el camino por la vida estará lleno de dificultades, esfuerzo, sacrificio, discusiones, razonamiento estéril, juicios, apegos, culpabilidad, ansiedad, depresión, dolor, enfermedad, y un largo etcétera. Por el contrario, cuando conectamos con nuestro verdadero ser y desde ahí con la fuente de consciencia universal, nuestra vida cobra sentido, y empezamos a vivir proyectando sentido.

Vivir proyectando sentido es aceptar que algo superior a ti se ocupa de todo. Es dejar fluir, dejar que las cosas pasen sin querer controlarlo todo, organizarlo todo e interferir en todo. Es dejar aparcado tu EGO. Estando conectado todo lo que sucede lo vives desde el amor y la gratitud, desde la paz interior. Ya nada te perturba, nada te desestabiliza porque sabes que cada instante, cada pensamiento, es una oportunidad para aprender y transformarte, una oportunidad para seguir instalado en el cambio, cada vez más sintonizado con ese campo de consciencia, ese campo de amor.

Con esta actitud, con esa mente abierta al cambio, aprendes a salir de la zona de confort, a trascender creencias ancestrales, a desanclarte del pasado. Y a su vez reaprendes aquello que es esencial e inherente de tu existencia: somos seres creadores conectados a una inteligencia superior que nos inspira e ilumina, que nos va guiando para que nuestras creaciones tengan sentido.

La pregunta entonces es, ¿Y tú, proyectas sentido en tu vida? ¿Has dado ese salto cuántico que propone esta excelente película, «El Cambio»?

Sin embargo, la película no te explica cómo dar este salto cuántico. Propone que es una transformación que llega de forma natural, a partir de una edad. En este proceso uno experimenta una especie de despertar, una especie de cambio de consciencia: abandona el camino del EGO, se conecta con su verdadero ser y empieza a fluir en sintonía con la consciencia universal.

Desde Proyecto Sentido queremos facilitarte este despertar, este cambio de rumbo en tu vida. Queremos que entiendas que el guión de tu vida no es el que estás siguiendo, que este guión fue programado a edades muy tempranas, edades en las que aún no eras consciente: en el vientre materno y durante los primeros años de tu infancia. Este periodo se conoce como «proyecto sentido» valga la redundancia. La primera casa que habitas, tu vientre materno queda condicionada por el estado emocional de mamá, y por el entorno familiar que la rodea. Entonces, a parte de ser como dice la película un casa paradisíaca, es también el lugar donde se programa el guión de tu vida y tu EGO, donde esa melodía emocional de mamá queda registrada en tus circuitos neurales. Luego, en tu vida de adulto, vas a escribir la letra de esa canción emocional inconsciente, y no la que realmente fluye de tu ser original.

Vives un guión que no te pertenece, que no es tuyo. Un guión que te convierte en esclavo de tu EGO, esclavo de tu pasado familiar y muy especialmente esclavo de tu madre. Entonces, ya no hace falta que esperes a la muerte para conectarte de nuevo a esa consciencia superior. Ahora mismo puedes cambiar el guión de tu vida, el guión de tu EGO y empezar a desarrollarte como ser divino que eres, a encontrar la verdadera música de tu ser y abandonar definitivamente la que fue programada inconscientemente por tu madre.

Desde Proyecto sentido proponemos la relajación emocional (P-R-E) como camino para este cambio, para este despertar. Relajaciones en las cuales a través de principios y leyes biológicas entrarás en coherencia con tu ser divino. Coherencia entre lo que piensas, sientes y haces. Y también desarrollaras tu madurez emocional, para encontrar la paz interior en cada instante y experiencia de tu vida. Las prácticas se realizan durante 9 meses, coincidiendo con los 9 meses de embarazo. Es un volver a nacer, un volver a empezar ya conectado a la fuente, a la fuente de amor, al amor universal.

En la última parte de la película se expone que el verdadero sentido de la vida es ayudar a las otras personas. Ayudar a las otras personas ya conectados con ese amor universal, esa consciencia divina. A mi esta idea me provoca cierta confusión, sobretodo porque a veces esa conexión con el amor universal resulta ser todo lo contrario, una desconexión con uno mismo. Por nuestra experiencia clínica sabemos que las personas con cáncer precisamente viven la vida desde este principio de bondad y generosidad. No se ponen límites, lo dan todo por los otros y esperan que el otro cambie. Se sacrifican y lo justifican todo. Se olvidan de sus propias necesidades y acaban viviendo la vida de los demás. Son personas que necesitan el amor de los otros porque no se quieren nada a ellas mismas. No quiero con esto alarmar a nadie, simplemente exponer el perfil emocional de las personas con cáncer.

Quizás la película debería explicar mejor a que se refiere con «ayudar a los demás». Todos en algún momento sentimos la necesidad de ayudar al otro, pero ¿acaso no lo hacemos desde nuestro EGO? ¿Cómo sabe uno lo que necesita el otro? Y, si ayudamos al otro ¿le estamos haciendo algún favor o lo estamos privando de su camino de crecimiento personal? ¿Cómo llega uno a ser adulto emocional si siempre encuentra personas que le ayudan? ¿Cómo aprende uno a vivir en soledad, a vivir sin miedo, a vivir como el ser divino que es si lo hace desde la carencia, la necesidad y el apego hacia el otro? ¿No sería quizás la mejor ayuda dejar que cada uno encuentre su camino, su despertar? Quizás todo consista en ser ejemplo de que otro camino distinto al EGO es posible, simplemente ser ejemplo y fuente de inspiración para otros. Y acompañar al otro en su toma de consciencia cuando libremente decida cuestionarse a si mismo.

Como ven, esta película plantea estas cuestiones y seguro que muchas más. El debate está servido, disfruten del film y dejen que su mente haga un salto cuántico… no se crean nada, experiméntenlo!

¿Y si fuera cierto que uno puede vivir conectado a esa consciencia de amor…?

Ricard Badia

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Explicación cuántica del Transgeneracional

Explicación cuántica del Transgeneracional

13OCT

La mecánica cuántica lleva implícito el efecto del observador; sin él no tendría sentido el mundo que percibimos. El observador hace que algo sea por su acto de conciencia, y esta debe estar interrelacionada con todo y con el Todo. Si vemos el mundo que vemos, este mundo tan sólido, es simplemente porque hay un inconsciente colectivo que se expresa en un consciente colectivo, el cual cree que todo es como lo ve. El mundo vendría a ser como una gran pantalla en la que proyectamos nuestras creencias, programas y aprendizajes, que colapsan y dan lugar a lo que denominamos acontecimientos mundanos. Como todo está colapsado, a este mundo se le llama realidad y también mundo sólido: es el mundo de las particular grandes que la ciencia llama newtoniano. El mundo sería la expresión de la conciencia del observador, es un mundo físico sustentado por otra realidad no visible llamada campo cuántico o campo de infinitas posibilidades. El observador consciente sabe que su realidad cotidiana depende de cómo decida observar, con qué conciencia.

Una aplicación práctica del pensamiento cuántico que se deriva de una mente cuántica, parte de la idea de  que todos estamos unidos y que cada uno es el observador de este mundo. El observador sabe algo que es de vital importancia, que tiene el poder de decidir cómo quiere ves las cosas, desde la unidad o desde la dualidad. Si el observador mira a su árbol familiar desde la dualidad, pensará que nada tiene que ver con él, que las historias de sus antepasados no condicionan su vida, sus relaciones y sus experiencias en su presente. Si el observador mira su árbol desde la unidad, entonces sabe que su vida está íntimamente vinculada con la de sus familiares.

El pensamiento cuántico, derivado de una mente cuántica, nos devuelve a nosotros mismos la causa de los acontecimientos; esto nos convierte en adultos emocionales. Este hecho molesta a muchos porque ya no pueden ser víctimas, ya no tienen excusas, ya no tienen donde esconderse. Nos obliga a tomar las riendas de nuestra vida y a preguntarnos qué podemos hacer para cambiarla. La respuesta siempre la hallaremos en nuestro interior, en nuestro inconsciente, y por descontado, con la ayuda del árbol familiar.

De alguna forma, hemos olvidado nuestro origen, nuestra fuente, de dónde procede este poder que es el que nos permite crear una realidad acorde con nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. Nuestro mundo es la materialización producida por muchas personas que creen que estamos separados de todo lo que nos rodea, un mundo newtoniano, materialista, un mundo fruto del azar, de las fuerzas de la naturaleza, como si esta no tuviera dirección. Parecemos ciegos a la evidencia de que todo lo que nos rodea es un plenum de inteligencia, de cooperación, de adaptación a condiciones externas.

Debe haber alguna conexión entre el mundo material y este mundo invisible que lo sustenta todo y que lo proporciona todo, de la misma manera que debe haber una conexión entre el cuerpo terrenal, la mente y el espíritu que los alimenta.

La mente está dividida, es dual, pero no deja de crear nuestro mundo continuamente a través de estos programas guardados en el inconsciente. Precisamente por todo ello, la información debe guardarse, y se grabará en la parte más recóndita de la mente, a la que llamamos mente inconsciente. Esta información se guarda y se expresa en los acontecimientos diarios hasta que tomemos consciencia, algún día, de quiénes somos realmente y del poder que tenemos.

Esta toma de conciencia nos hace despertar del sueño, nos permite transformar el impacto que produce un acontecimiento, siempre que nos mantengamos lo suficientemente alerta para guiar nuestras emociones en el momento crítico.

La mente cuántica nos permite disponer de un pensamiento abierto a una infinidad de posibilidades, pensamiento que nos devuelve el protagonismo a nuestras vidas y se lo quita a los acontecimientos externos. Es un pensamiento que comprende que todo lo que nos rodea habla de nosotros, que, de alguna forma, lo hemos atraído a nuestras vidas, y que debemos interpretarlo teniendo en cuenta siempre nuestras propias proyecciones, sabiendo que estas proceden del inconsciente y que este solamente desea logra la toma de conciencia para hacer los cambios pertinentes. Esta es la alternativa a seguir soñando con que no podemos influir en nada de lo que nos sucede, sino solo quejarnos y sentirnos desgraciados o desafortunados.

Somos un colapso de ondas de información, somos la materialización de una parte ínfima de la información que el universo contiene en lo que llamamos el campo o matriz. Somos creadores de nuestra vida, y lo hacemos de una forma inconsciente. Nuestra realidad solo es un aspecto de la infinidad de realidades que podemos vivir. Nuestra mente, que nunca deja de crear a través de los pensamientos y sentimientos, se expresa en este campo cuántico y nos hace vivir una realidad, aunque no somos conscientes de que la estamos creando nosotros.

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Este planteamiento se respalda en muchas teorías actualmente asentadas tales como el holograma, los campos morfogenéticos, el entrelazamiento cuántico y la epigenética conductual, entre otros. Vamos a explicar brevemente las ideas que subyacen detrás de estas teorías.

El holograma:

La teoría del holograma fue postulada por Denis Gabor y por ella recibió el premio Nobel de física. Esta teoría afirma que “el todo se encuentra en la parte y la parte se encuentra en el todo”. Nosotros mismos somos un holograma; cada célula de nuestro cuerpo contiene toda la información de este en el ADN de forma que la parte contiene al todo y el todo contiene a la parte.

Karl Pribram teoriza sobre cómo se almacena la memoria, la información en el cerebro, y afirma que se hace de forma holográfica: la memoria se almacena en forma de ondas de interferencia que no se alojan en ninguna célula en particular sino en los espacios entre las neuronas, es decir, en la sinapsis. La memoria esta en cada parte del cerebro y en todo él.

David Bhom expone la teoría acerca del universo implicado y del universo explicado. Bohm llama orden implicado a la matriz de todo y orden explicado a la manifestación de una parte de este todo. Nosotros vendríamos a ser una explicación u orden explicado de una infinidad de información u orden implicado. Mi conciencia se mueve en un mar de información, información que se guarda en el universo implicado. Cuando conciencio algo, se produce un orden explicado, al que llamo mi realidad.

Esto es fundamental para entender como el árbol genealógico guarda la información. En el estudio del árbol el inconsciente es el todo y nosotros somos la parte. Somos la parte que contiene al todo aunque solo expresamos parte de ello, la parte que vendría a ser nuestra consciencia. Cuando hacemos el estudio del árbol genealógico se pretende que el consultante tome conciencia de otra información que se halla oculta tras la información que él ve o interpreta.

Al proponer que el universo es un holograma volvemos a la misma cuestión: ¿vivimos en un mundo real o en una ilusión? Quizá seamos una proyección de nosotros mismos en un mundo que experimentamos como real por la simple razón de que hemos olvidado que se trata de una proyección, convirtiendo así nuestro sueño en una realidad.

Campos morfogenéticos:

La teoría de los campos morfogenéticos habla del concepto de resonancia mórfica. La resonancia mórfica se produce entre miembros de una misma especie, que tienen una memoria colectiva acumulada que resuena en cada uno de sus ejemplares. Es un nuevo enfoque de la biología propuesto por Rupert Sheldrake que destroza las teorías oficiales de la ciencia mecanicista. Rupert Sheldrake cree que la mayor parte de la herencia depende de la resonancia mórfica, y no de los genes. Esto lo ampliaremos con las teorías de la epigenética conductual.

La resonancia mórfica, el principio de memoria colectiva, se puede aplicar al estudio del árbol genealógico. Cada familia, cada clan, tiene su propia memoria colectiva a la que todos sus miembros están conectados, tienen acceso. Esta memoria resuena de distinta forma en cada individuo y es por ello que se establecen distintos vínculos entre ancestros y descendientes.

La comprensión de la resonancia mórfica y del inconsciente colectivo permite conectar cada inconsciente a ese inconsciente colectivo, resonar con él e interpretarlo. El buen especialista en BNE es capaz de resonar con el inconsciente colectivo del consultante, y acompañarlo por el laberinto de su mente hasta encontrar la salida aplicando un recurso que él ya posee, puesto que tiene acceso a toda la información.

Entrelazamiento cuántico:

La teoría del entrelazamiento fue postulada por Niels Bohr (padre de la física cuántica). Una vez que dos partículas subatómicas entran en contacto, siguen influenciándose mutua e instantáneamente a través de cualquier distancia y para siempre. Einstein se oponía a esta idea, la idea de la no localidad, pues nada podía viajar más rápido que la velocidad de la luz.

Más tarde Tom Rosenbaum y Sayantani Ghosh demostraron que el efecto de la no localidad o entrelazamiento cuántico se produce también en las moléculas y no exclusivamente a niveles subatómicos. Claro, estamos hechos de partículas cuánticas, por lo tanto la física cuántica también habla de nuestra naturaleza en su esencia.

Por otro lado, un estudio realizado por la Universidad Hebrea de Jerusalén, demostró que se puede transportar información al pasado. Y esto lo lograron aplicando el entrelazamiento cuántico a través del tiempo.  Se puede entrelazar una partícula que está presente con otra que existió en el pasado.

Para nuestro estudio del árbol genealógico, este concepto de no localidad o entrelazamiento cuántico atemporal nos puede ayudar a comprender como se modifica la información. Podemos cambiar la información contenida en una parte del inconsciente. El concepto de pasado, presente y futuro es puramente mental. La información siempre está presente, aquí y ahora. Tenemos que viajar a ese teórico pasado que nos envía constantemente información de nuestros ancestros para destruirla y descargar la nueva. El vehículo adecuado para ello se llama emoción. Cuando la información se transmite del inconsciente al consciente, podemos cambiar los programas heredados de los ancestros.

Epigenética conductual:

Hurley hace la siguiente afirmación: “Las experiencias de tu abuela dejan marca en tus genes”. Se ha descubierto que estas marcas o memorias ancestrales quedan sintetizadas biológicamente en forma de grupos metilo (-CH3) que se encuentran enlazados con las proteínas o ácidos nucleídos.  Los grupos metilo modifican la forma en que los compuestos actúan en las células o en el cuerpo. Estos grupos se replican junto al ADN a lo largo de un centenar de generaciones. Por otra parte, esos grupos al unirse a un gen alteran significativamente su comportamiento, inhibiendo su transcripción.

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Conceptualmente los grupos metilo hacen de interruptor de los genes, permitiendo que se expresen unos y no otros. Entonces nuestra herencia familiar, como postula Rupert Sheldrake, depende más de la resonancia mórfica que no de los genes. Depende más de la información subyacente en el inconsciente colectivo que no de los genes en sí. En este inconsciente colectivo se encuentran los conflictos emocionales, los programas tóxicos ancestrales, que se transmiten a través de los grupos metilo. Luego, en última instancia, estos grupos metilo acaban activando nuestros genes en función del entorno o medio, de las señales externas que reciben. Y estas señales siempre están filtradas por la percepción de cada individuo.

La BNE con el estudio del árbol genealógico propone que el consultante modifique la información tóxica que ha heredado. Gracias al principio del holograma toda la información del clan está en su inconsciente. Gracias a la ley del entrelazamiento cuántico puede modificar la información y cambiar las emociones latentes de eventos pasados.

El consultante gracias a los campos morfogenéticos y a la epigenética conductual puede comprender que su vida está a merced de esos programas heredados y no condicionada por sus genes. Por último, el efecto observador hace que el consultante despierte del sueño. Al convertirse en un observador consciente sabe que su realidad cotidiana depende de cómo decida observar, con qué conciencia. Entonces el consultante lo tiene todo a su disposición para transformar su vida.

Ricard Badia

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