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Genealogía y Sexualidad

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Estés donde estés, tu familia siempre está contigo: acéptala y bendícela pero. Libérate de ella’’

Anne A. Schutzenberger.

             

Es interesante el observar como hoy en  día a pesar de los avances de las ciencias y  la tecnología, seguimos creciendo, evolucionando pero mantenemos muchas costumbres que hemos heredado de nuestros ancestros y que persisten a lo largo de generaciones, me refiero específicamente a la transmisión de la madre a la hija, solamente de la maternidad, en la continuidad del clan o de la especie y no de la feminidad y mucho menos de la sexualidad, a la que ella se debe al ejercer su función, como mujer.

Nos podemos hacer algunas preguntas. Nuestras madres o nosotros ¿hablamos, en algún momento con nuestras hijas de la manera de comportarnos de manera femenina, estaba esto sobreentendido en la misión de la familia, de una generación a otra? ¿O es solo cultural? ¿Porqué las mujeres tienen una conducta de sumisión ante el hombre? ¿Somos las mujeres las que fomentamos el machismo? ¿Qué sucede cuando alguna  tía, hermana, prima, etc. en la familia, tiene una conducta desenfadada de su sexualidad? ¿Venían estas conductas programadas en el clan? En las familias de hoy en día, la transmisión de la continuidad de la especie es más importante que la evolución de este nuevo ser con su crecimiento y derecho de ser mujer en toda su extensión. Solo la procreación de un nuevo ser, está implícita en toda mujer, al igual que sucedía con nuestras abuelas.

Para esta lectura de hoy les recomiendo una película Antonia, la película fue escrita y dirigida por Marleen Gorris en 1995, quien se declara feminista, por lo que reconoce que su película también lo es. Y también es un cuento, un bonito cuento de hadas feminista, que habla de los ciclos de amor, nacimiento y muerte. De la celebración de la vida, la comunidad y los placeres simples, pero también de la tragedia de la vida creada por la propia humanidad, a través de la vida de cuatro mujeres de una saga familiar.

Qué vamos a encontrar en esta película?

  • Mujeres valientes que crean su comAntonia-s-lineunidad y sus normas fuera de las normas asfixiantes establecidas en el contexto de un pequeño pueblo en el ámbito rural
  • Una normalización de la visón de la maternidad como decisión personal por parte de las mujeres.
  • Una pareja de lesbianas criando a una hija.
  • Una mujer para la que la maternidad no es una prioridad en su vida, con una pareja masculina cuyo deseo de paternidad es patente.
  • Mujeres más centradas en su carrera profesional y hombres que desean cuidar a sus hij@s.
  • La sexualidad y el deseo, así como la maternidad y paternidad entre personas con diversidad de capacidades.
  • Reparto de tareas domésticas , de cuidado y de subsistencia y una revalorización de las mismas, que han de ser combinadas con el ámbito profesional , tanto en mujeres como en hombres.

Podríamos decir que lo mas transgresivo de Antonia, es precisamente que presenta un abanico de mujeres empoderadas, que deciden sobre sus propias vidas, y que las llevan a cabo, desde un respeto a todas las personas y a la diversidad, y contra la opresión, la violencia o la dominación.

Dra. Marianella Escobar

ENTRADAS

TRANSGENERACIONAL

INTRODUCCIÓN AL ÁRBOL GENEALÓGICO: TRANSGENERACIONAL

Cuando trabajamos con nuestro árbol familiar hay que tener una premisa muy clara:

Lo vamos a hacer siempre desde la comprensión, el perdón, la gratitud y el amor. Es gracias a nuestros ancestros que estamos en este mundo, en esta vida.

Gracias árbol, familia, por haberme dado esta vida.

Todos los sufrimientos y dolores de nuestros ancestros se guardan en una memoria colectiva, que podemos llamar inconsciente colectivo familiar. Detrás hay una intención positiva (irracional) que es mantenernos alejados de posibles problemas o evitar repetir sufrimientos experimentados por algún antepasado. Por ejemplo, la infertilidad de ciertas mujeres se explica cuando se descubre que en sus árboles hay mujeres que vivieron la maternidad en medio de la violencia, que vivieron con parejas a las que no amaban u odiaban y transmitieron al fruto de esa relación el estigma de este desamor. En los descendientes, esto se expresa en conductas adictivas, violentas, enfermedades o, simplemente, en dificultades para hallar pareja o para tener hijos.

El trabajo con el árbol pretende encontrar de dónde viene esta información o programa, quien en la familia del consultante ha vivido situaciones parecidas que no ha sabido resolver de forma satisfactoria, quedando emociones reprimidas sin expresar. El clan inconscientemente escoge algún descendiente para que pueda resolver estas situaciones de dolor. Para ello el descendiente vivirá otra vez situaciones parecidas en su vida hasta que tome consciencia de ese programa y libere la emoción que lo alimenta. Esto es lo que está viviendo el consultante, pero todo esto le ocurre fuera de contexto y provoca un gran desconcierto e incomprensión en su vida. El planteamiento que debemos hacer al consultante es:

Consultante, tienes la información del clan pero no tienes porque vivir la experiencia.

Así se entiende porque en el árbol familiar buscamos los silencios, aquello que no se ha expresado y ha quedado impreso en el inconsciente colectivo del clan. Podemos buscar entre otras historias dolorosas:

  • Asesinatos, Suicidios
  • Robos, Herencias
  • Adulterios, violaciones, hijos ilegítimos, abortos
  • Los locos, los discapacitados
  • Las muertes inesperadas de niños o familiares
  • Los desaparecidos, los abandonos

Cuidado, no estamos buscando culpables ni juzgando las vidas de nuestros antepasados. Ni tan siquiera pretendemos justificar la vida desafortunada del consultante. Sus ancestros vivieron sus vidas lo mejor que pudieron con la información que tenían disponible en ese momento. Pero se vieron sobrepasados ante algunas situaciones conflictivas, situaciones vividas con gran sufrimiento. Estas situaciones dejaron su impronta latente en el inconsciente del clan. Al consultante se le da la oportunidad para encontrar una solución nueva y diferente, más satisfactoria y que libere al clan del dolor. A la vez el consultante también se  libera de esa información tóxica, esos programas que le hacen vivir experiencias desafortunadas y no deseadas en su vida.

Consultante, has sido el elegido por el inconsciente de tu clan para resolver el conflicto.

El árbol es nuestro mapa del tesoro. En el encontramos toda la información necesaria para entender que todos venimos con programas heredados, algunos muy tóxicos: todos somos víctimas de víctimas. De esta forma los errores de nuestros ancestros pueden ser subsanados gracias a la comprensión y al perdón. Pero hablamos de perdonar no desde el juicio, sino entendiendo que no hay nada que perdonar cuando aceptamos que todos somos inocentes.

Hablamos de un perdón pará salvar. Un perdón que nunca pide nada a cambio; no discute ni hace lista de los errores; no da regalos con doble intención; no da para obtener. Es un perdón que no ve errores, que comprende que uno mismo ha atraído todo lo que le ocurre y que, cuando algo se repite una y otra vez, se trata de una prueba para terminar de perdonar, porque aún queda un ápice de culpabilidad. El consultante debe abrir su mente y entender que la causa del sufrimiento está dentro de él y no fuera de él. Cuando obtiene la respuesta de su sufrimiento, cuando comprende su historia familiar, experimenta un profundo consuelo y se siente en paz. Entonces sabe que su perdón sirve para salvar o, lo que es lo mismo, para sanar.

Cuando el consultante toma conciencia de que sus relaciones tienen que ver con un programa heredado de un ancestro, puede respirar aliviado y desaprender ese programa con un acto pleno de conciencia, libre de emoción y, sobre todo, libre de juicio. Así, el inconsciente ya no recibe la atención necesaria para volver a activarse y repetir las mismas experiencias de dolor. Estas emociones van atadas a una serie de síntomas físicos que también tienen que ver con estos programas, y cuando se desaprende todo ello, el síntoma es liberado y puede ser tratado con cualquier terapia médica. La terapia funciona rápidamente, porque ya no hay nada que la emoción sujete al inconsciente. Decimos entonces que la persona vuelve a nacer o renace; ya puede redirigir su vida.

El síntoma tiene un contexto general, se relaciona con una explicación común de un conflicto emocional. Esto nos permite empezar a indagar y hacer las preguntas pertinentes para alcanzar nuestro gran objetivo: la emoción oculta, la emoción reprimida, transgresora, que se esconde en el inconsciente y que el sujeto procura ocultar mediante explicaciones más o menos racionales. A estas explicaciones las llamamos la historia del consultante, y no debemos escucharlas si no queremos que contamine nuestro inconsciente. Debemos encontrar la historia oculta, la historia que está detrás de la historia. Para ello, se hace imprescindible detectar las emociones que la mantienen oculta, tratarlas para liberar esta historia oculta, la artífice de los síntomas y del mantenimiento de los programas tóxicos heredados de los ancestros.

Nuestras historias son todas mentira. Si fuesen verdaderas, todos estaríamos curados. Vamos a buscar la historia que hay detrás de la historia. A su manera, también lo dice Bruce H. Lipton: “Si queremos cambiar la historia de nuestra mente que programa nuestras enfermedades, tenemos que cambiar las emociones que la sustentan”. No podemos cambiar lo que no se puede cambiar, pero si la emoción con la que lo vivimos. Cuando cambiamos de emoción, el inconsciente lo ve de otra manera. Es automático.

El inconsciente se expresa continuamente en nuestras vidas en situaciones repetitivas que nos hacen buscar soluciones externas, cuando la solución está en los programas aprendidos y heredados de los ancestros, que crean un fantasma de información y lo transmiten a sus descendientes con la esperanza de ser liberados por un acto consciente de ellos. El fantasma emocional resuena en el presente del consultante en emociones que llamamos secundarias o sociales. Nuestro trabajo consiste en buscar la emoción oculta, desvelarla y transformarla para que no cree más resonancia y el consultante pueda experimentar otras emociones libremente, en lugar de emociones encadenadas a un suceso ocurrido en el pasado del árbol transgeneracional.

El árbol genealógico ilumina el camino que estábamos siguiendo inconscientemente y nos hace ver que no somos víctimas de unas circunstancias inamovibles o de algún extraño destino.

Mediante el duelo con los ancestros pretendemos que el inconsciente del consultante se libere de estas cargas familiares que no tiene porque experimentar en su vida. Este duelo se debe hacer siempre desde la comprensión, el perdón, la gratitud y el amor. Aquí no estamos buscando culpables, estamos liberando inocentes: al consultante y a sus antepasados.

Otra forma de entender cómo funciona nuestro árbol es mediante las proyecciones. Estamos proyectándonos constantemente al mundo; proyectamos nuestras creencias, perjuicios y programas almacenados en el inconsciente. El problema es que no nos damos cuenta de ello y llegamos a creer que nuestras proyecciones son la verdad.

Como dijo Carl J. Jung, proyectamos en los demás nuestra sombra, todos los aspectos ocultos o inconscientes de uno mismo, tanto positivos como negativos, que el ego ha reprimido o nunca ha reconocido. La sombra busca situaciones, personas, ambientes, relaciones que le permitan expresarse y así tener la oportunidad de liberarse. Estas proyecciones de la sombra las identificamos con los excesos. Aquello que más nos molesta del otro es lo que uno no sé permite hacer o expresar.

Si vamos al árbol, encontraremos la sombra del consultante al preguntarle qué es lo que más le molesta de sus ancestros. Es muy directo y rápido. Cuando el consultante ve su sombra, toma conciencia y puede integrarla. Luego vuelve a sentir paz en su vida en lugar de desconcierto e incomprensión.

Cuando el consultante toma consciencia, puede cambiar su percepción. El primer paso consiste en cambiar sus pensamientos sobre los diversos acontecimientos. Esto no tendría sentido si los pensamientos no tuvieran influencia, y recobra todo su sentido con el paradigma de la física cuántica. ¡Por fin puede hacer algo por cambiar su vida!

Tenemos libre albedrío, aunque sea muy estrecho y limitado, y esto nos permite cuestionarnos a nosotros mismos y nos conduce a pensar que quizá sí sea posible cambiar algo. Si este algo es pequeño, no importa: con el tiempo, gracias a las nuevas circunstancias que atraeremos a nuestras vidas, en nuestra navegación en este mar de conciencia, el puerto de destino estará muy lejos del puerto inicial. Pero nadie puede cambiar su vida si piensa que es fruto de la casualidad o de factores externos. A esto se llama vivir en un sueño.

Nadie puede despertar de un sueño si cree que no está soñando.

Vivir en un sueño significa no ser consciente de por qué o para qué te ocurren las cosas, de cómo es posible que te enamores de tal persona, o que ciertas historias se repitan continuamente por mucho que intentes evitarlo de forma racional. Estos programas gobiernan tu vida y eres como una marioneta en sus manos. Hay que poner fin a esta situación. Para ello es imprescindible despertar de este sueño, superar la inmadurez emocional para ser un adulto. Ser consciente de que eres el hacedor de tu vida, que debes cambiar de conducta a través de actos conscientes, mantener la mente alerta a todo lo que te rodea, sentir en tu cuerpo los síntomas como un mensaje del inconsciente. Así recuperarás una cierta coherencia emocional, y esta se expresará en tu vida en acontecimientos llenos de congruencia, proporcionándote un sentimiento de paz. Ya no eres víctima, ya sabes que puedes alterar ciertos acontecimientos, y, si no es posible cambiarlos, los puedes vivir de otra manera. Así que empieza a recuperar esa libertad tan anhelada.  Estás despertando, tus sueños ya son lúcidos, puedes vivir tu realidad. El estudio del árbol genealógico es un camino para ello.

Ricard Badia

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ENTRADAS

CONFLICTOS

ORIGEN DE LOS CONFLICTOS EMOCIONALES: LOS PROGRAMAS

En BioNeuroEmoción (BNE) tenemos en cuenta tres períodos que influyen en la acumulación de programas, siendo de especial interés aquellos que derivan de emociones no expresadas o conflictos emocionales no resueltos. Estos programas quedan latentes en el inconsciente del consultante y controlan su vida. De forma esquemática lo podemos representar así:

LINIEA DEL TIEMPO

Transgeneracional.

El transgeneracional se refiere a nuestro árbol genealógico, pues a través de vínculos específicos recibimos de algunos antecesores información y programas obsoletos o no adecuados (aunque siempre con una intención positiva, la supervivencia del clan). Esta herencia se encuentra latente en nuestro inconsciente. Son programas que muchas veces están fuera de contexto y por eso no logramos entender lo que nos ocurre en la vida presente.

Proyecto Sentido.

Es el proyecto que depositan los padres cuando conciben a sus hijos. En este proyecto se incluyen las motivaciones que los llevan a concebirlos más todo aquello que proyectan en ellos consciente o inconscientemente. Comienza 9 meses antes de la concepción e incluye el embarazo y el parto, terminando a los tres años de edad. En este periodo es muy importante saber lo que está viviendo mamá, saber los conflictos que envuelvan su ambiente familiar y social y como afectan a su estado emocional. Estas emociones quedarán programadas en la estructurara neurológica del bebé y lo condicionaran durante su vida de adulto.

Nota: la BioNeuroEmoción (BNE) ha demostrado científicamente que los niños, al no tener conflictos propios, en general, manifiestan los conflictos de los padres y en especial los de la madre al estar unidos por un inconsciente común, por un vínculo singular. Metafóricamente podemos llamar a este vínculo «cordón emocional», por su analogía con el cordón umbilical. Esta conexión especial entre la madre y su hijo/a durará hasta que las hormonas los separen (entre los 10-14 años) de forma progresiva.

Nuestra vida Contemporánea o edad cronológica.

Abarca desde la infancia hasta el presente. Aquí más que buscar el origen de los conflictos encontramos los desencadenantes. En esta etapa de la vida solemos tropezar con las mismas piedras con las que tropezaron algunos de nuestros ancestros. También somos presa del proyecto sentido que proyectaron nuestros padres al concebirnos, y en especial del estado emocional de nuestra madre durante el embarazo. Nuestro inconsciente contiene toda esa información heredada que se proyecta en nuestro presente y este hace de puente hacia nuestro futuro. Hay que romper esta dinámica y despertar, o de lo contrario estaremos viviendo las mismas experiencias de una realidad ancestral pasada, fuera de contexto.

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Todo ello conforma el conjunto a estudiar y a tener en cuenta por el especialista en BNE. Todo ello conforma el inconsciente del consultante.

Ricard Badia

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Explicación cuántica del Transgeneracional

Explicación cuántica del Transgeneracional

13OCT

La mecánica cuántica lleva implícito el efecto del observador; sin él no tendría sentido el mundo que percibimos. El observador hace que algo sea por su acto de conciencia, y esta debe estar interrelacionada con todo y con el Todo. Si vemos el mundo que vemos, este mundo tan sólido, es simplemente porque hay un inconsciente colectivo que se expresa en un consciente colectivo, el cual cree que todo es como lo ve. El mundo vendría a ser como una gran pantalla en la que proyectamos nuestras creencias, programas y aprendizajes, que colapsan y dan lugar a lo que denominamos acontecimientos mundanos. Como todo está colapsado, a este mundo se le llama realidad y también mundo sólido: es el mundo de las particular grandes que la ciencia llama newtoniano. El mundo sería la expresión de la conciencia del observador, es un mundo físico sustentado por otra realidad no visible llamada campo cuántico o campo de infinitas posibilidades. El observador consciente sabe que su realidad cotidiana depende de cómo decida observar, con qué conciencia.

Una aplicación práctica del pensamiento cuántico que se deriva de una mente cuántica, parte de la idea de  que todos estamos unidos y que cada uno es el observador de este mundo. El observador sabe algo que es de vital importancia, que tiene el poder de decidir cómo quiere ves las cosas, desde la unidad o desde la dualidad. Si el observador mira a su árbol familiar desde la dualidad, pensará que nada tiene que ver con él, que las historias de sus antepasados no condicionan su vida, sus relaciones y sus experiencias en su presente. Si el observador mira su árbol desde la unidad, entonces sabe que su vida está íntimamente vinculada con la de sus familiares.

El pensamiento cuántico, derivado de una mente cuántica, nos devuelve a nosotros mismos la causa de los acontecimientos; esto nos convierte en adultos emocionales. Este hecho molesta a muchos porque ya no pueden ser víctimas, ya no tienen excusas, ya no tienen donde esconderse. Nos obliga a tomar las riendas de nuestra vida y a preguntarnos qué podemos hacer para cambiarla. La respuesta siempre la hallaremos en nuestro interior, en nuestro inconsciente, y por descontado, con la ayuda del árbol familiar.

De alguna forma, hemos olvidado nuestro origen, nuestra fuente, de dónde procede este poder que es el que nos permite crear una realidad acorde con nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. Nuestro mundo es la materialización producida por muchas personas que creen que estamos separados de todo lo que nos rodea, un mundo newtoniano, materialista, un mundo fruto del azar, de las fuerzas de la naturaleza, como si esta no tuviera dirección. Parecemos ciegos a la evidencia de que todo lo que nos rodea es un plenum de inteligencia, de cooperación, de adaptación a condiciones externas.

Debe haber alguna conexión entre el mundo material y este mundo invisible que lo sustenta todo y que lo proporciona todo, de la misma manera que debe haber una conexión entre el cuerpo terrenal, la mente y el espíritu que los alimenta.

La mente está dividida, es dual, pero no deja de crear nuestro mundo continuamente a través de estos programas guardados en el inconsciente. Precisamente por todo ello, la información debe guardarse, y se grabará en la parte más recóndita de la mente, a la que llamamos mente inconsciente. Esta información se guarda y se expresa en los acontecimientos diarios hasta que tomemos consciencia, algún día, de quiénes somos realmente y del poder que tenemos.

Esta toma de conciencia nos hace despertar del sueño, nos permite transformar el impacto que produce un acontecimiento, siempre que nos mantengamos lo suficientemente alerta para guiar nuestras emociones en el momento crítico.

La mente cuántica nos permite disponer de un pensamiento abierto a una infinidad de posibilidades, pensamiento que nos devuelve el protagonismo a nuestras vidas y se lo quita a los acontecimientos externos. Es un pensamiento que comprende que todo lo que nos rodea habla de nosotros, que, de alguna forma, lo hemos atraído a nuestras vidas, y que debemos interpretarlo teniendo en cuenta siempre nuestras propias proyecciones, sabiendo que estas proceden del inconsciente y que este solamente desea logra la toma de conciencia para hacer los cambios pertinentes. Esta es la alternativa a seguir soñando con que no podemos influir en nada de lo que nos sucede, sino solo quejarnos y sentirnos desgraciados o desafortunados.

Somos un colapso de ondas de información, somos la materialización de una parte ínfima de la información que el universo contiene en lo que llamamos el campo o matriz. Somos creadores de nuestra vida, y lo hacemos de una forma inconsciente. Nuestra realidad solo es un aspecto de la infinidad de realidades que podemos vivir. Nuestra mente, que nunca deja de crear a través de los pensamientos y sentimientos, se expresa en este campo cuántico y nos hace vivir una realidad, aunque no somos conscientes de que la estamos creando nosotros.

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Este planteamiento se respalda en muchas teorías actualmente asentadas tales como el holograma, los campos morfogenéticos, el entrelazamiento cuántico y la epigenética conductual, entre otros. Vamos a explicar brevemente las ideas que subyacen detrás de estas teorías.

El holograma:

La teoría del holograma fue postulada por Denis Gabor y por ella recibió el premio Nobel de física. Esta teoría afirma que “el todo se encuentra en la parte y la parte se encuentra en el todo”. Nosotros mismos somos un holograma; cada célula de nuestro cuerpo contiene toda la información de este en el ADN de forma que la parte contiene al todo y el todo contiene a la parte.

Karl Pribram teoriza sobre cómo se almacena la memoria, la información en el cerebro, y afirma que se hace de forma holográfica: la memoria se almacena en forma de ondas de interferencia que no se alojan en ninguna célula en particular sino en los espacios entre las neuronas, es decir, en la sinapsis. La memoria esta en cada parte del cerebro y en todo él.

David Bhom expone la teoría acerca del universo implicado y del universo explicado. Bohm llama orden implicado a la matriz de todo y orden explicado a la manifestación de una parte de este todo. Nosotros vendríamos a ser una explicación u orden explicado de una infinidad de información u orden implicado. Mi conciencia se mueve en un mar de información, información que se guarda en el universo implicado. Cuando conciencio algo, se produce un orden explicado, al que llamo mi realidad.

Esto es fundamental para entender como el árbol genealógico guarda la información. En el estudio del árbol el inconsciente es el todo y nosotros somos la parte. Somos la parte que contiene al todo aunque solo expresamos parte de ello, la parte que vendría a ser nuestra consciencia. Cuando hacemos el estudio del árbol genealógico se pretende que el consultante tome conciencia de otra información que se halla oculta tras la información que él ve o interpreta.

Al proponer que el universo es un holograma volvemos a la misma cuestión: ¿vivimos en un mundo real o en una ilusión? Quizá seamos una proyección de nosotros mismos en un mundo que experimentamos como real por la simple razón de que hemos olvidado que se trata de una proyección, convirtiendo así nuestro sueño en una realidad.

Campos morfogenéticos:

La teoría de los campos morfogenéticos habla del concepto de resonancia mórfica. La resonancia mórfica se produce entre miembros de una misma especie, que tienen una memoria colectiva acumulada que resuena en cada uno de sus ejemplares. Es un nuevo enfoque de la biología propuesto por Rupert Sheldrake que destroza las teorías oficiales de la ciencia mecanicista. Rupert Sheldrake cree que la mayor parte de la herencia depende de la resonancia mórfica, y no de los genes. Esto lo ampliaremos con las teorías de la epigenética conductual.

La resonancia mórfica, el principio de memoria colectiva, se puede aplicar al estudio del árbol genealógico. Cada familia, cada clan, tiene su propia memoria colectiva a la que todos sus miembros están conectados, tienen acceso. Esta memoria resuena de distinta forma en cada individuo y es por ello que se establecen distintos vínculos entre ancestros y descendientes.

La comprensión de la resonancia mórfica y del inconsciente colectivo permite conectar cada inconsciente a ese inconsciente colectivo, resonar con él e interpretarlo. El buen especialista en BNE es capaz de resonar con el inconsciente colectivo del consultante, y acompañarlo por el laberinto de su mente hasta encontrar la salida aplicando un recurso que él ya posee, puesto que tiene acceso a toda la información.

Entrelazamiento cuántico:

La teoría del entrelazamiento fue postulada por Niels Bohr (padre de la física cuántica). Una vez que dos partículas subatómicas entran en contacto, siguen influenciándose mutua e instantáneamente a través de cualquier distancia y para siempre. Einstein se oponía a esta idea, la idea de la no localidad, pues nada podía viajar más rápido que la velocidad de la luz.

Más tarde Tom Rosenbaum y Sayantani Ghosh demostraron que el efecto de la no localidad o entrelazamiento cuántico se produce también en las moléculas y no exclusivamente a niveles subatómicos. Claro, estamos hechos de partículas cuánticas, por lo tanto la física cuántica también habla de nuestra naturaleza en su esencia.

Por otro lado, un estudio realizado por la Universidad Hebrea de Jerusalén, demostró que se puede transportar información al pasado. Y esto lo lograron aplicando el entrelazamiento cuántico a través del tiempo.  Se puede entrelazar una partícula que está presente con otra que existió en el pasado.

Para nuestro estudio del árbol genealógico, este concepto de no localidad o entrelazamiento cuántico atemporal nos puede ayudar a comprender como se modifica la información. Podemos cambiar la información contenida en una parte del inconsciente. El concepto de pasado, presente y futuro es puramente mental. La información siempre está presente, aquí y ahora. Tenemos que viajar a ese teórico pasado que nos envía constantemente información de nuestros ancestros para destruirla y descargar la nueva. El vehículo adecuado para ello se llama emoción. Cuando la información se transmite del inconsciente al consciente, podemos cambiar los programas heredados de los ancestros.

Epigenética conductual:

Hurley hace la siguiente afirmación: “Las experiencias de tu abuela dejan marca en tus genes”. Se ha descubierto que estas marcas o memorias ancestrales quedan sintetizadas biológicamente en forma de grupos metilo (-CH3) que se encuentran enlazados con las proteínas o ácidos nucleídos.  Los grupos metilo modifican la forma en que los compuestos actúan en las células o en el cuerpo. Estos grupos se replican junto al ADN a lo largo de un centenar de generaciones. Por otra parte, esos grupos al unirse a un gen alteran significativamente su comportamiento, inhibiendo su transcripción.

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Conceptualmente los grupos metilo hacen de interruptor de los genes, permitiendo que se expresen unos y no otros. Entonces nuestra herencia familiar, como postula Rupert Sheldrake, depende más de la resonancia mórfica que no de los genes. Depende más de la información subyacente en el inconsciente colectivo que no de los genes en sí. En este inconsciente colectivo se encuentran los conflictos emocionales, los programas tóxicos ancestrales, que se transmiten a través de los grupos metilo. Luego, en última instancia, estos grupos metilo acaban activando nuestros genes en función del entorno o medio, de las señales externas que reciben. Y estas señales siempre están filtradas por la percepción de cada individuo.

La BNE con el estudio del árbol genealógico propone que el consultante modifique la información tóxica que ha heredado. Gracias al principio del holograma toda la información del clan está en su inconsciente. Gracias a la ley del entrelazamiento cuántico puede modificar la información y cambiar las emociones latentes de eventos pasados.

El consultante gracias a los campos morfogenéticos y a la epigenética conductual puede comprender que su vida está a merced de esos programas heredados y no condicionada por sus genes. Por último, el efecto observador hace que el consultante despierte del sueño. Al convertirse en un observador consciente sabe que su realidad cotidiana depende de cómo decida observar, con qué conciencia. Entonces el consultante lo tiene todo a su disposición para transformar su vida.

Ricard Badia

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