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HOLA, SOY TU SÍNTOMA

síntomaHola, tengo muchos nombres: dolor de rodilla, grano, dolor de estómago, reumatismo, asma, mucosidad, gripe, dolor de espalda, ciática, cáncer, depresión, migraña, tos, gripe, dolor de garganta, insuficiencia renal, diabetes, hemorroides, y la lista sigue y sigue. Me he ofrecido como voluntario para el peor trabajo posible: ser el portador de noticias poco gratas para ti.

Tú no me comprendes, nadie me comprende. Tú piensas que quiero fastidiarte, echar a perder tus planes de vida, todos piensan que quiero entorpecerles, hacerles daño o limitarles. Y no, eso sería un completo disparate. Yo, el síntoma, simplemente intento hablarte en un lenguaje que comprendas. Que entiendas.

A ver, dime algo, ¿tú irías a negociar con terroristas, tocando a su puerta con una flor en la mano y una camiseta con el símbolo de «paz» impreso en la espalda? ¿No verdad?

Entonces, por qué no comprendes que yo, el síntoma, no puedo ser «sutil» y «suavecito» cuando debo darte el mensaje. Me golpeas, me odias, como todo el mundo te quejas de mi, de mi presencia en tu cuerpo, pero no te tomas ni un segundo en razonar y tratar de comprender el motivo de mi presencia en tu cuerpo.

Sólo te escucho decirme: «Cállate», «vete», «te odio», «maldita la hora en que apareciste», y mil frases que me hacen impotente para hacerte comprender. Pero yo debo mantenerme firme y constante, porque debo hacerte entender el mensaje.

¿Qué haces tú? Me mandas a dormir con medicinas. Me mandas callar con tranquilizantes, me suplicas desaparecer con antiinflamatorios, me quieres borrar con quimioterapias. Intentas días tras día taparme, sellarme, callarme. Y me sorprende ver que a veces, hasta prefieres consultar brujas y adivinos para que de forma «mágica» yo me vaya de tu cuerpo.

Y yo, cuando mi única intención es darte un mensaje, soy totalmente ignorado.

Imagínate que soy esa alarma con sirena en el Titanic, esa que intenta de mil formas decirte que de frente hay un Iceberg con el que vas a chocar y hundirte. Sueno y sueno por horas, por días, por semanas, por meses, por años, intentando salvar tu vida, y tú te quejas porque no te dejo dormir, porque no te dejo caminar, porque no te dejo trabajar, pero sigues sin escucharme…

¿Vas comprendiendo?

Para ti, yo, el síntoma, soy «La Enfermedad». Qué cosa más absurda. No confundas las cosas. Y vas al médico, y pagas por decenas de consultas médicas. Gastas dinero que no tienes en medicamento tras medicamento. Y sólo para callarme. Yo no soy la enfermedad, soy el síntoma. ¿Por qué me callas, cuando soy la única alarma que está intentando salvarte?

La enfermedad, «eres tú», «es tu estilo de vida», «son tus emociones contenidas», eso sí es la enfermedad. Y ningún médico aquí en el planeta tierra, sabe cómo combatir enfermedades. Lo único que hacen es combatirme, combatir el síntoma. Callarme, silenciarme, desaparecerme. Ponerme un maquillaje invisible para que tú no me veas.

Y sí, está bien si ahora que lees esto, te sientes un poco molesto, sí. Esto debe ser algo como un «golpazo a tu inteligencia». Está bien si por ahora te sientes un poco molesto o frustrado. Pero yo puedo manejar tus procesos bastante bien y los entiendo. De hecho, es parte de mi trabajo, no te preocupes. La buena noticia es que depende de ti no necesitarme más. Depende totalmente de ti, analizar que trato de decirte, lo que trato de prevenir.

Cuando yo, «el síntoma», aparezco en tu vida, no es para saludarte, no. Es para avisarte que una emoción que contuviste dentro de tu cuerpo, debe ser analizada y resuelta par no enfermarte. Deberías darte la oportunidad de preguntarte a ti mismo: ¿»por qué apareció este síntoma en mi vida»?, ¿»qué querrá decirme»?. ¿Por qué está apareciendo este síntoma ahora?, ¿Qué debo cambiar en mí para que ya no necesitar de este síntoma?

Si dejas este trabajo de investigación, sólo a tu mente, la respuesta no te llevará más allá de lo que has hecho años atrás. Debes consultar también con tu inconsciente, con tu corazón, con tus emociones.

Por favor, cuando yo aparezca en tu cuerpo, antes de correr al doctor para que me duerma, analiza lo que trato de decirte, de verdad que por una vez en la vida, me gustaría ser reconocido por mi trabajo, por mi excelente trabajo. Y entre más rápido hagas conciencia del por qué de mi aparición en tu cuerpo, más rápido me iré.

Poco a poco descubrirás, que entre mejor investigador seas, menos veces vendré a visitarte. Y te aseguro que llegará el día en que no me vuelvas a ver ni a sentir. Al mismo tiempo que logres ese equilibrio y perfección como «analizador» de tu vida, tus emociones, tus reacciones, tu coherencia, te garantizo que jamás volverás a consultar a un médico ni a comprar medicinas.

Por favor, déjame sin trabajo. ¿O piensas de verdad que yo disfruto lo que hago? Te invito a que reflexiones, cada vez que me veas aparecer, el motivo de mi visita. Te invito, a que dejes de presumirme con tus amigos y familia como si yo fuera un trofeo. Estoy harto de que digas: «Ay pues yo sigo con mi diabetes, ya ves que soy diabético». «Ay pues ya no aguanto el dolor en mis rodillas, ya no puedo caminar». «Siempre yo con mis migrañas». Me presumes como si yo fuera un tesoro del cual no piensas desprenderte jamás.

Mi trabajo es vergonzoso. Y te debería dar vergüenza presumirme ante los demás. Cada vez que me presumes, realmente estás diciendo: «Miren que débil soy, no soy capaz de analizar ni comprender mi propio cuerpo y mis propias emociones, no vivo en coherencia, ¡mírenme, mírenme!»

Por favor, haz conciencia, reflexiona y actúa. Entre más pronto lo hagas, ¡más rápido me iré de tu vida!

Atte., El síntoma

Autor desconocido.

Ricard Badia

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ENTRADAS

DEJA DE SER TÚ

41KtUQfwOsL._SX320_BO1,204,203,200_DEJA DE SER TÚ,  Joe Dispenza

Ed. URANO

¿Es posible hablar de física cuántica, biología, neurología y emociones humanas en un mismo libro? ¿Es posible juntar y conectar estas disciplinas en lugar de verlas como asignaturas independientes? ¿Se puede en una sola frase integrar todos estos conceptos a priori tan alejados unos de los otros? ¿Cuál es el resultado en nuestra mente cuando entendemos que hay un todo y no una división de materias e ideas? ¿Qué pasa cuando descubrimos que todo está interconectado, desde la partícula más pequeña del universo hasta las relaciones humanas que atraemos en nuestras vidas? ¿Qué sucede cuando tomamos consciencia de que estas conexiones existes a través de nuestra mente, la gran observadora?

Estas preguntas las responde en su libro «Deja de ser tú» el Dr. Dispenza de una forma magistral. Al completar la lectura de cada capítulo consigue que nuestra mente se vaya abriendo poco a poco a un nuevo paradigma, una nueva forma de entender el mundo y una nueva forma de comprender las experiencias que vivimos en él. Partiendo del concepto de huella electromagnética, nos enseña que podemos ser aquello que nos propongamos, sin limitaciones. Para ello debemos cambiar nuestro estado emocional. Cambiando nuestras emociones cambiamos las señales electromagnéticas que emitimos. Señales que interaccionan con nuestras células, con nuestro entorno, con las personas que nos rodean y con el campo cuántico de infinitas posibilidades.

Al estar las emociones humanas retenidas en nuestra mente, comprendemos que el camino es interior. Entonces el objetivo ya no es cambiar a los demás, cambiar el mundo. El objetivo es cambiar uno mismo. Y cuando uno cambia su estado emocional todo su mundo se transforma. El Dr. Dispenza nos explica ampliamente cómo funciona la mente humana. Y más importante aún, como podemos usarla para nuestro propio bien. Para ello analiza su parte más oscura, el inconsciente. Nos muestra caminos para reprogramarlo, para generar nuevas conexiones neurales y de esta forma trascender nuestra realidad.

La mente humana, una vez situada en el centro del universo, y comprendiendo su parte inconsciente se convierte en nuestra aliada, en nuestra herramienta de creación.

Ten cuidado con la lectura de este libro, podrías dejar de ser tú…

Ricard Badia

ENTRADAS

CONFLICTOS

ORIGEN DE LOS CONFLICTOS EMOCIONALES: LOS PROGRAMAS

En BioNeuroEmoción (BNE) tenemos en cuenta tres períodos que influyen en la acumulación de programas, siendo de especial interés aquellos que derivan de emociones no expresadas o conflictos emocionales no resueltos. Estos programas quedan latentes en el inconsciente del consultante y controlan su vida. De forma esquemática lo podemos representar así:

LINIEA DEL TIEMPO

Transgeneracional.

El transgeneracional se refiere a nuestro árbol genealógico, pues a través de vínculos específicos recibimos de algunos antecesores información y programas obsoletos o no adecuados (aunque siempre con una intención positiva, la supervivencia del clan). Esta herencia se encuentra latente en nuestro inconsciente. Son programas que muchas veces están fuera de contexto y por eso no logramos entender lo que nos ocurre en la vida presente.

Proyecto Sentido.

Es el proyecto que depositan los padres cuando conciben a sus hijos. En este proyecto se incluyen las motivaciones que los llevan a concebirlos más todo aquello que proyectan en ellos consciente o inconscientemente. Comienza 9 meses antes de la concepción e incluye el embarazo y el parto, terminando a los tres años de edad. En este periodo es muy importante saber lo que está viviendo mamá, saber los conflictos que envuelvan su ambiente familiar y social y como afectan a su estado emocional. Estas emociones quedarán programadas en la estructurara neurológica del bebé y lo condicionaran durante su vida de adulto.

Nota: la BioNeuroEmoción (BNE) ha demostrado científicamente que los niños, al no tener conflictos propios, en general, manifiestan los conflictos de los padres y en especial los de la madre al estar unidos por un inconsciente común, por un vínculo singular. Metafóricamente podemos llamar a este vínculo «cordón emocional», por su analogía con el cordón umbilical. Esta conexión especial entre la madre y su hijo/a durará hasta que las hormonas los separen (entre los 10-14 años) de forma progresiva.

Nuestra vida Contemporánea o edad cronológica.

Abarca desde la infancia hasta el presente. Aquí más que buscar el origen de los conflictos encontramos los desencadenantes. En esta etapa de la vida solemos tropezar con las mismas piedras con las que tropezaron algunos de nuestros ancestros. También somos presa del proyecto sentido que proyectaron nuestros padres al concebirnos, y en especial del estado emocional de nuestra madre durante el embarazo. Nuestro inconsciente contiene toda esa información heredada que se proyecta en nuestro presente y este hace de puente hacia nuestro futuro. Hay que romper esta dinámica y despertar, o de lo contrario estaremos viviendo las mismas experiencias de una realidad ancestral pasada, fuera de contexto.

TRANS_PROYECTO SENTIDO Y EDAD ADULTA

Todo ello conforma el conjunto a estudiar y a tener en cuenta por el especialista en BNE. Todo ello conforma el inconsciente del consultante.

Ricard Badia

ENTRADAS, VARIOS

1ª VISITA

Una primera visita en nuestro centro se estructura en cuatro partes fundamentales. Pero lo primero es un recibimiento y toma de contacto adecuado con el consultante.

ESTRUCTURA DE LA 1ª VISITA

  1. Introducción a la Bioneuroemoción (BNE).
  2. Breve explicación del inconsciente
  3. Ficha del consultante.
  4. Práctica: camino al inconsciente.

1. Introducción a la Bioneuroemoción (BNE)

En la primera parte de la visita se pretende determinar que sabe el consultante sobre la BNE y cuáles son sus expectativas. Luego se le deja muy claro que con la BNE no se pretende “curar” a nadie. Esto lo hace el médico. Lo que si se pretende es aplicar la metodología para que el consultante pueda acceder a la toma de consciencia de la parte emocional, la parte mental inconsciente que da como respuesta una sintomatología concreta o enfermedad.

Como dice Carl Gustav Jung,  la enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar al hombre. Por otro lado el  Dr. Hamer nos indica que la enfermedad es un programa de adaptación biológica con un sentido especial y que está memorizado en las células de todo ser vivo.

Por tanto en nuestro centro no se habla de enfermedad, se habla de programa de adaptación biológica (lo llamaremos PAB a partir de ahora).

Ante un conflicto emocional no resuelto, latente en la psique del consultante, el inconsciente activa un PAB, una solución biológica concreta. Es por eso que utilizaremos técnicas destinadas a llegar al inconsciente del consultante, para transformar la información y deshacer el conflicto.

La finalidad de la visita es dar respuesta a los “para que” para que mi biología se expresa de esta manera concreta. Es un camino hacia la toma de consciencia. De esta forma el consultante comprende los cambios que tiene que hacer en su vida para recuperar la senda de su salud.

2. Breve explicación del inconsciente

En esta parte se pretende explicar brevemente algunas de las características del inconsciente humano. Estas características permiten aplicar metodologías y técnicas para transformar el inconsciente del consultante y encontrar las causas emocionales que hay detrás de los PAB. El inconsciente se caracteriza por:

  • No distingue entre realidad y ficción. Puede experimentar y sentir sin necesidad que las cosas sucedan físicamente. No distingue el mundo interior mental, de lo vivido en el mundo exterior. P.E. Si se visualiza un limón con los ojos cerrados, ¿qué pasa en la boca?
  • El otro no existe. Es el inconsciente que se expresa a través de él, que hace de espejo.
  • Es inocente. No distingue entre el bien y el mal. Se lo cree todo, como un niño pequeño.
  • Es atemporal. El tiempo no existe. Funciona sólo en el aquí y ahora.

Por lo tanto cuando se trabaja con el inconsciente se utilizan muchos simbolismos y trances, como el duelo transgeneracional. También se experimenta con situaciones ficticias que para el inconsciente son reales.

El consultante tiene permiso para decir lo que quiera y lo que sienta de las demás personas o familiares, aunque para su conciencia sea políticamente incorrecto o sus creencias se lo impidan. El otro no existe ¿verdad? Se pretende que el consultante tome consciencia de sus emociones ocultas liberándolas.

Por otro lado se ha dicho que el inconsciente no juzga, es inocente, como un niño pequeño que además se lo cree todo. Entonces no entiende ni de bien ni de mal, ni de buenos sentimientos y malos sentimientos, ni de emociones buenas y malas. Todas las emociones deben ser expresadas sin juicio alguno.

Finalmente, se pueden buscar situaciones conflictivas en el pasado del consultante puesto que el inconsciente es atemporal, todo pasa aquí y ahora. Para ello se le pide al consultante que las reviva en presente. De esta forma se pueden reprogramar esas experiencias, aportando recursos y soluciones más satisfactorias. Se reprograman experiencias pasadas para que cambie el presente del consultante.

3. Ficha del consultante

Toma de datos para poder encuadrar la consulta y encontrar el punto de partida o conflicto desencadenante. Desde este punto vamos a aplicar todas las técnicas para la toma de consciencia, la liberación de emociones bloqueadas y el re-aprendizaje posterior.

4. Práctica: camino al inconsciente

En esta parte se va a llegar al inconsciente del consultante. Para ello se debe encontrar el sentido del PAB. Se busca aquella situación conflictiva que está o ha vivido el consultante y que provoca que su inconsciente active esa solución biológica, ese PAB. Se parte de lo más genérico para ir profundizando en lo más particular, hasta encontrar la situación conflictiva concreta.

Una vez detectada la situación o experiencia conflictiva toca trabajar con el inconsciente. No se está habituado a este tipo de prácticas así que se puede imaginar que es como entrar en un túnel donde todo está oscuro. El especialista ejerce el rol de guía o acompañante, para que el consultante llegue hasta el final, donde está la luz. El acompañante va siguiendo en todo momento la voz del especialista, dejándose inducir por sus preguntas y afirmaciones.

Se trata de desconectarle del mundo exterior y dejar que su mundo interior, las partes inconscientes bloqueadas que están condicionando su vida, se puedan expresar conscientemente. El consultante va a saber que está en su inconsciente por sus cambios fisiológicos ya que va a experimentar sensaciones físicas en el cuerpo. Es su inconsciente que se expresa a través de este. Aquí está el arte de cada especialista para hacer bien este viaje en el túnel y acompañar al consultante hasta la luz.

NOTA: el feedback con el consultante en cada parte de la visita es fundamental.

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Explicación cuántica del Transgeneracional

Explicación cuántica del Transgeneracional

13OCT

La mecánica cuántica lleva implícito el efecto del observador; sin él no tendría sentido el mundo que percibimos. El observador hace que algo sea por su acto de conciencia, y esta debe estar interrelacionada con todo y con el Todo. Si vemos el mundo que vemos, este mundo tan sólido, es simplemente porque hay un inconsciente colectivo que se expresa en un consciente colectivo, el cual cree que todo es como lo ve. El mundo vendría a ser como una gran pantalla en la que proyectamos nuestras creencias, programas y aprendizajes, que colapsan y dan lugar a lo que denominamos acontecimientos mundanos. Como todo está colapsado, a este mundo se le llama realidad y también mundo sólido: es el mundo de las particular grandes que la ciencia llama newtoniano. El mundo sería la expresión de la conciencia del observador, es un mundo físico sustentado por otra realidad no visible llamada campo cuántico o campo de infinitas posibilidades. El observador consciente sabe que su realidad cotidiana depende de cómo decida observar, con qué conciencia.

Una aplicación práctica del pensamiento cuántico que se deriva de una mente cuántica, parte de la idea de  que todos estamos unidos y que cada uno es el observador de este mundo. El observador sabe algo que es de vital importancia, que tiene el poder de decidir cómo quiere ves las cosas, desde la unidad o desde la dualidad. Si el observador mira a su árbol familiar desde la dualidad, pensará que nada tiene que ver con él, que las historias de sus antepasados no condicionan su vida, sus relaciones y sus experiencias en su presente. Si el observador mira su árbol desde la unidad, entonces sabe que su vida está íntimamente vinculada con la de sus familiares.

El pensamiento cuántico, derivado de una mente cuántica, nos devuelve a nosotros mismos la causa de los acontecimientos; esto nos convierte en adultos emocionales. Este hecho molesta a muchos porque ya no pueden ser víctimas, ya no tienen excusas, ya no tienen donde esconderse. Nos obliga a tomar las riendas de nuestra vida y a preguntarnos qué podemos hacer para cambiarla. La respuesta siempre la hallaremos en nuestro interior, en nuestro inconsciente, y por descontado, con la ayuda del árbol familiar.

De alguna forma, hemos olvidado nuestro origen, nuestra fuente, de dónde procede este poder que es el que nos permite crear una realidad acorde con nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. Nuestro mundo es la materialización producida por muchas personas que creen que estamos separados de todo lo que nos rodea, un mundo newtoniano, materialista, un mundo fruto del azar, de las fuerzas de la naturaleza, como si esta no tuviera dirección. Parecemos ciegos a la evidencia de que todo lo que nos rodea es un plenum de inteligencia, de cooperación, de adaptación a condiciones externas.

Debe haber alguna conexión entre el mundo material y este mundo invisible que lo sustenta todo y que lo proporciona todo, de la misma manera que debe haber una conexión entre el cuerpo terrenal, la mente y el espíritu que los alimenta.

La mente está dividida, es dual, pero no deja de crear nuestro mundo continuamente a través de estos programas guardados en el inconsciente. Precisamente por todo ello, la información debe guardarse, y se grabará en la parte más recóndita de la mente, a la que llamamos mente inconsciente. Esta información se guarda y se expresa en los acontecimientos diarios hasta que tomemos consciencia, algún día, de quiénes somos realmente y del poder que tenemos.

Esta toma de conciencia nos hace despertar del sueño, nos permite transformar el impacto que produce un acontecimiento, siempre que nos mantengamos lo suficientemente alerta para guiar nuestras emociones en el momento crítico.

La mente cuántica nos permite disponer de un pensamiento abierto a una infinidad de posibilidades, pensamiento que nos devuelve el protagonismo a nuestras vidas y se lo quita a los acontecimientos externos. Es un pensamiento que comprende que todo lo que nos rodea habla de nosotros, que, de alguna forma, lo hemos atraído a nuestras vidas, y que debemos interpretarlo teniendo en cuenta siempre nuestras propias proyecciones, sabiendo que estas proceden del inconsciente y que este solamente desea logra la toma de conciencia para hacer los cambios pertinentes. Esta es la alternativa a seguir soñando con que no podemos influir en nada de lo que nos sucede, sino solo quejarnos y sentirnos desgraciados o desafortunados.

Somos un colapso de ondas de información, somos la materialización de una parte ínfima de la información que el universo contiene en lo que llamamos el campo o matriz. Somos creadores de nuestra vida, y lo hacemos de una forma inconsciente. Nuestra realidad solo es un aspecto de la infinidad de realidades que podemos vivir. Nuestra mente, que nunca deja de crear a través de los pensamientos y sentimientos, se expresa en este campo cuántico y nos hace vivir una realidad, aunque no somos conscientes de que la estamos creando nosotros.

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Este planteamiento se respalda en muchas teorías actualmente asentadas tales como el holograma, los campos morfogenéticos, el entrelazamiento cuántico y la epigenética conductual, entre otros. Vamos a explicar brevemente las ideas que subyacen detrás de estas teorías.

El holograma:

La teoría del holograma fue postulada por Denis Gabor y por ella recibió el premio Nobel de física. Esta teoría afirma que “el todo se encuentra en la parte y la parte se encuentra en el todo”. Nosotros mismos somos un holograma; cada célula de nuestro cuerpo contiene toda la información de este en el ADN de forma que la parte contiene al todo y el todo contiene a la parte.

Karl Pribram teoriza sobre cómo se almacena la memoria, la información en el cerebro, y afirma que se hace de forma holográfica: la memoria se almacena en forma de ondas de interferencia que no se alojan en ninguna célula en particular sino en los espacios entre las neuronas, es decir, en la sinapsis. La memoria esta en cada parte del cerebro y en todo él.

David Bhom expone la teoría acerca del universo implicado y del universo explicado. Bohm llama orden implicado a la matriz de todo y orden explicado a la manifestación de una parte de este todo. Nosotros vendríamos a ser una explicación u orden explicado de una infinidad de información u orden implicado. Mi conciencia se mueve en un mar de información, información que se guarda en el universo implicado. Cuando conciencio algo, se produce un orden explicado, al que llamo mi realidad.

Esto es fundamental para entender como el árbol genealógico guarda la información. En el estudio del árbol el inconsciente es el todo y nosotros somos la parte. Somos la parte que contiene al todo aunque solo expresamos parte de ello, la parte que vendría a ser nuestra consciencia. Cuando hacemos el estudio del árbol genealógico se pretende que el consultante tome conciencia de otra información que se halla oculta tras la información que él ve o interpreta.

Al proponer que el universo es un holograma volvemos a la misma cuestión: ¿vivimos en un mundo real o en una ilusión? Quizá seamos una proyección de nosotros mismos en un mundo que experimentamos como real por la simple razón de que hemos olvidado que se trata de una proyección, convirtiendo así nuestro sueño en una realidad.

Campos morfogenéticos:

La teoría de los campos morfogenéticos habla del concepto de resonancia mórfica. La resonancia mórfica se produce entre miembros de una misma especie, que tienen una memoria colectiva acumulada que resuena en cada uno de sus ejemplares. Es un nuevo enfoque de la biología propuesto por Rupert Sheldrake que destroza las teorías oficiales de la ciencia mecanicista. Rupert Sheldrake cree que la mayor parte de la herencia depende de la resonancia mórfica, y no de los genes. Esto lo ampliaremos con las teorías de la epigenética conductual.

La resonancia mórfica, el principio de memoria colectiva, se puede aplicar al estudio del árbol genealógico. Cada familia, cada clan, tiene su propia memoria colectiva a la que todos sus miembros están conectados, tienen acceso. Esta memoria resuena de distinta forma en cada individuo y es por ello que se establecen distintos vínculos entre ancestros y descendientes.

La comprensión de la resonancia mórfica y del inconsciente colectivo permite conectar cada inconsciente a ese inconsciente colectivo, resonar con él e interpretarlo. El buen especialista en BNE es capaz de resonar con el inconsciente colectivo del consultante, y acompañarlo por el laberinto de su mente hasta encontrar la salida aplicando un recurso que él ya posee, puesto que tiene acceso a toda la información.

Entrelazamiento cuántico:

La teoría del entrelazamiento fue postulada por Niels Bohr (padre de la física cuántica). Una vez que dos partículas subatómicas entran en contacto, siguen influenciándose mutua e instantáneamente a través de cualquier distancia y para siempre. Einstein se oponía a esta idea, la idea de la no localidad, pues nada podía viajar más rápido que la velocidad de la luz.

Más tarde Tom Rosenbaum y Sayantani Ghosh demostraron que el efecto de la no localidad o entrelazamiento cuántico se produce también en las moléculas y no exclusivamente a niveles subatómicos. Claro, estamos hechos de partículas cuánticas, por lo tanto la física cuántica también habla de nuestra naturaleza en su esencia.

Por otro lado, un estudio realizado por la Universidad Hebrea de Jerusalén, demostró que se puede transportar información al pasado. Y esto lo lograron aplicando el entrelazamiento cuántico a través del tiempo.  Se puede entrelazar una partícula que está presente con otra que existió en el pasado.

Para nuestro estudio del árbol genealógico, este concepto de no localidad o entrelazamiento cuántico atemporal nos puede ayudar a comprender como se modifica la información. Podemos cambiar la información contenida en una parte del inconsciente. El concepto de pasado, presente y futuro es puramente mental. La información siempre está presente, aquí y ahora. Tenemos que viajar a ese teórico pasado que nos envía constantemente información de nuestros ancestros para destruirla y descargar la nueva. El vehículo adecuado para ello se llama emoción. Cuando la información se transmite del inconsciente al consciente, podemos cambiar los programas heredados de los ancestros.

Epigenética conductual:

Hurley hace la siguiente afirmación: “Las experiencias de tu abuela dejan marca en tus genes”. Se ha descubierto que estas marcas o memorias ancestrales quedan sintetizadas biológicamente en forma de grupos metilo (-CH3) que se encuentran enlazados con las proteínas o ácidos nucleídos.  Los grupos metilo modifican la forma en que los compuestos actúan en las células o en el cuerpo. Estos grupos se replican junto al ADN a lo largo de un centenar de generaciones. Por otra parte, esos grupos al unirse a un gen alteran significativamente su comportamiento, inhibiendo su transcripción.

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Conceptualmente los grupos metilo hacen de interruptor de los genes, permitiendo que se expresen unos y no otros. Entonces nuestra herencia familiar, como postula Rupert Sheldrake, depende más de la resonancia mórfica que no de los genes. Depende más de la información subyacente en el inconsciente colectivo que no de los genes en sí. En este inconsciente colectivo se encuentran los conflictos emocionales, los programas tóxicos ancestrales, que se transmiten a través de los grupos metilo. Luego, en última instancia, estos grupos metilo acaban activando nuestros genes en función del entorno o medio, de las señales externas que reciben. Y estas señales siempre están filtradas por la percepción de cada individuo.

La BNE con el estudio del árbol genealógico propone que el consultante modifique la información tóxica que ha heredado. Gracias al principio del holograma toda la información del clan está en su inconsciente. Gracias a la ley del entrelazamiento cuántico puede modificar la información y cambiar las emociones latentes de eventos pasados.

El consultante gracias a los campos morfogenéticos y a la epigenética conductual puede comprender que su vida está a merced de esos programas heredados y no condicionada por sus genes. Por último, el efecto observador hace que el consultante despierte del sueño. Al convertirse en un observador consciente sabe que su realidad cotidiana depende de cómo decida observar, con qué conciencia. Entonces el consultante lo tiene todo a su disposición para transformar su vida.

Ricard Badia

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